Investigadores de la Universidad de Murcia afirman que, sin acuerdo respecto a la explotación de recursos, ubicación y tratamiento de contaminantes, es inevitable que aumenten las protestas frente a las macrogranjas
ANA R. GÓMEZ. Murcia
La explotación intensiva de ganadería porcina necesita urgentemente una regulación. Investigadores de la Universidad de Murcia señalan el peligro de que se agoten territorio y agua, mientras aumenta la contaminación y se multiplican las protestas ciudadanas contra ese modelo ganadero.
Andrés Pedreño y Antonio Ramírez, profesores de Sociología, junto a la especialista en Derecho Administrativo María Giménez, han publicado en la Revista "Relaciones Internacionales", de la Universidad Autónoma de Madrid, una investigación sobre el crecimiento de producción y venta intensiva de la carne de cerdo y derivados.
Actualmente, Murcia es líder en un país, España, que también lidera las ventas al exterior de este producto. Han cambiado totalmente el modelo productivo de la ganadería porcina, dice Giménez, pero eso no supone más empleo, dado su alto nivel de tecnificación, sino al contrario, son necesarios muchos menos trabajadores para controlar las grandes explotaciones.
En cuanto a la contaminación, es un grave problema. La ingente cantidad de residuos contaminantes, el problema que supone el almacenamiento y desecho de purines, es uno de los factores que están causando protestas ciudadanas en lugares como Yecla o el Mar Menor.
Además, la normativa sobre bienestar animal está asentándose cada vez más en la legislación europea y nacional. Para Giménez es vital asumir competencias y realizar una ordenación de la ganadería en la Región de Murcia.
