Eduardo Martínez Oliva explicaba, en la reapertura de estos espacios que tuvo que "personarme e identificarme como concejal en un local que tenía 14 mesas y todas sobrepasaban el aforo. Luego vienen las madres mías"
JOSÉ A. VERA
La primera jornada de reapertura de terrazas registró escenas preocupantes con muchos incumplimientos en diversos puntos de la Región. En la ciudad de Murcia, donde se concentra la mayoría de negocios de hostelería, su concejal de seguridad, Eduardo Martínez Oliva, contaba que en la primera mañana "he recibido muchas llamadas de vecinos denunciando cómo no se cumplían las normas". Contaba el edil que al llegar a uno de esos locales, "he tenido que identificarme, por primera vez desde que soy concejal, para tener que decirle al responsable del local que las 14 mesas de la terraza superaban el aforo. Luego vienen las madres mías, pero es que cosas así te indignan".
El edil recuerda que "no existe un afán sancionador y recaudatorio, pero que la Policía local de Murcia no puede hacer la vista gorda antes ciertas situaciones. Y la ley está para cumplirla". Además, explica Martínez Oliva, las multas son importantes y los partes son trasladados a Salud Pública. Lamenta que por la ansiedad de unos pocos, "otros que sí cumplen puedan acabar pagándolo con un nuevo cierre de la hostelería. Por vender hoy cuatro cervezas corres el riesgo de tener que estar otros dos meses cerrado. Estamos hablando de la salud, y también de la economía". Confía el concejal en que este aluvión, propio del primer día, se suavice y que de forma paulatina se reconduzca la situación: "Espero que pasado este momento la cosa se normalice porque no podremos lograr que todo sea como antes en sólo un día".
