El dueño del restaurante asaltado, que escuchaba la alarma de su local, se percató de que un individuo había roto el cristal de la puerta
Ocurría pasadas las dos y media de la pasada madrugada, cuando el dueño del restaurante asaltado, que reside muy cerca, escuchaba la alarma de su local. Al llegar, se dio cuenta de que un individuo había roto la puerta de cristal con una piedra de grandes dimensiones. El propio afectado veía al "indivudo saltando por la valla con una camiseta blanca y un pantalón claro".
En el último mes, el asalto a diferentes comercios y establecimientos hosteleros no para. La semana pasada, esta vez estampando un adoquín, rompieron el cristal de una tienda de ropa deportiva y se llevaron más de 4.000 euros en género. Además, los cacos intentaron acceder también hace pocos días a una fábrica de helados, otra de embutidos del paraje Cañada de la Horta y a un estanco de la Plaza de San Juan Bosco.