El director de Konery, empresa de ingeniería energética, Ginés Ángel García asegura que no hay muchas opciones para abaratar el recibo y que sería interesante crear una sociedad estatal que gestione esta energía
MACU ALEMÁN. Redacción
El sesenta por ciento del recibo de la luz son impuestos y el otro cuarenta lo impone un mercado que funciona de forma muy similar en toda Europa. Imaginen una lonja en la que se demandan cien kilos de melones: cada uno ofrecerá los suyos y el último en llegar marcará el precio final, con independencia de la tecnología que use o el coste que cueste producir esa energía. Actuar sobre los impuestos ya se ha hecho, lo difícil es intervenir en el libre mercado de la energía, según Ginés Ángel García, director ejecutivo de Konery.
Las bajadas del iva y del impuesto de generación no han logrado contener la escalada de precios y a corto plazo no hay mucho margen de maniobra, explica la consultora. A más largo plazo el experto consdiera viables alternativas como una empresa pública que gestione la energía hidráulica ahora en manos de empresas privadas a pesar de que están utilizando infraestructuras financiadas con dinero público.
El director de Konery no cree probable que la situación varíe mucho en lo que queda de año y plantea abrir un debate más amplio sobre el funcionamiento de los mercados de la electricidad en Europa.
