2021, el año de la agitación política en la Región de Murcia

ÁNGEL BOLUDA. Murcia

2021 ha pulverizado la estabilidad política alcanzada en Murcia con Ramón Luis Valcárcel. La agitación dejada tras su salida en mitad del quinto mandato ha quedado reducida a la categoría de anécdota si comparamos con lo que ha pasado durante estos últimos 12 meses. Ha sido un curso político convulso que ha dejado una moción de censura fallida, episodio de transfuguismo incluido, expulsión de diputados de sus partidos y un equilibrio de fuerzas en la Asamblea Regional distinto al que salió de las urnas. Durante 2021, hemos visto hasta 6 cambios en el Consejo de Gobierno y una serie de cambios legales que han contribuido a apuntalar un Partido Popular en el poder después de 26 años ostentándolo. Vacunaciones contra el coronavirus fuera de protocolo, dimisiones y salidas por la puerta de atrás de las que no se han librado otros partidos, también algún ayuntamiento.

El consejero de Salud, Manuel Villegas, en su última rueda de prensa. EP

'EL VACUNAGATE'

La noticia de las vacunaciones fuera de protocolo en la Consejería de Salud y en el Servicio Murciano de Salud (SMS) saltó a última hora de la tarde del 19 de enero, y habría de condicionar buena parte lo que vino pasando después. A la mañana siguiente el consejero de Salud, Manuel Villegas, intervenía en la Asamblea Regional, fue en ese escenario en el que trató de justificar aquella vacunación. Salió al paso de críticas de compañeros del Consejo de Gobierno e intentó dejar claro que él seguía adelante. Fuera las cosas iban por otros derroteros. Las peticiones de disculpas de Villegas fueron desoidas o insifucientes, durante esa mañana aumentaban las peticiones de cese o dimisión para él. Fue cuestión de horas. La presión se multiplicó y por la tarde en una rueda de prensa convocada de urgencia en la sede del Gobierno regional se ratificaba la renuncia de Villegas. El hombre que había gestionado la pandemia durante 11 meses se iba. Junto a él, estaba el presidente del Gobierno regional. Fernando López Miras, emocionado, le decía "adiós".

Asensio López, José Carlos Vicente, María Teresa Martínez, Pablo Alarcón e Inmaculada Barceló, cesados por el 'Vacunagate'. ORM

La exhibición de este error de cálculo se llevaba por delante al equipo directivo de la Consejería de Salud en plena pandemia pero habría de ir a más. La sombra de la sospecha por vacunaciones fuera de protocolo se proyectaba sobre otros estamentos del ejecutivo. Días después, en otro contacto con los medios, fueron reiteradas las preguntas al presidente del Consejo de Gobierno sobre si él también estaba vacunado. "No estoy expuesto al virus, en condiciones normales no puedo transmitir ni ser foco de contagio en un centro asistencia, por tanto no me he vacunado", dijo López Miras. Uno de los que, habiéndose vacunado fuera de protocolo, puso más reticencias a irse fue Asensio López, gerente del Servicio Murciano de Salud. Por el contrario, fue el único que hizo autocrítica: "se cometió el error de no comunicar lo que se había hecho". La vacunación del equipo directivo de Salud y de funcionarios del SMS tuvo lugar cuando aún había ancianos que, estando contemplados en los protocolos de vacunación, no habían recibido su pinchazo. Meses después la justicia archivaba diligencias por este asunto por no detectar delito.

¿Picaresca u oportunismo? Lo cierto es que había pocas vacunas y muchos brazos deseando salvarse de los peores efectos del coronavirus. No solo en Murcia, sino fuera también, el Jefe de Estado Mayor de la Defensa, consejeros, alcaldes y gestores públicos aprovecharon su cargo para saltarse la cola y vacunarse de manera más o menos consciente. Sonado fue el caso de la alcaldesa de Molina de Segura. Una de las promesas políticas del PSOE, Esther Clavero, también se vacunó antes de tiempo, por prescripción médica, según dijo. Era paciente oncológica. A ella tampoco le tocaba inmunizarse, le costó dimitir pero acabó haciéndose a un lado después de que su partido le diera la espalda. Llegó a dejar el acta de concejal, algo que se nego a hacer en la capital el concejal del Partido Popular, Felipe Coello. Se vacunó fuera de protocolo y él lo justificaba: siendo médico de formación, ayudó a administrar vacunas en el servicio municipal de salud. La justicia también dijo en estos casos que no había delito.

Esther Clavero y Felipe Coello, vacunados fuera de protocolo. ORM

El obispo de la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes pedía disculpas. Él se vacunó en la residencia de ancianos Hogar de Betania, vinculada al obispado. No fue el único, también recibieron pinchazo antes de tiempo miembros de su equipo y una veintena de personas que no formaban parte de la plantilla de la residencia. A posteriori se inscribieron como trabajadores en los listados de vacunación para justificar su inmunización. Aquí se vacunaron hasta los padres del director del centro.

LA PRIMERA CRISIS DE GOBIERNO

El "vacunagate", como se vino a denominar este escándalo, marcó el inicio político del año y dejó el primer cambio en el ejecutivo. A Villegas le sustituyó Juan José Pedreño. En esta primera crisis de gobierno se larvó la segunda y durante esos días adquirió una relevancia particular Ana Martínez Vidal, consejera de Empresa, portavoz del Consejo de Gobierno, mujer fuerte de Ciudadanos en Murcia. Las dimisiones en salud le parecieron suficientes en un primer momento, pero después llegaron los "peros". El Partido Popular había sido "socio preferente" para Ciudadanos en todo el país tras la última cita con las urnas pero los naranjas dieron un volantazo a mitad de la legislatura.

Fernando López Miras departe con Ana Martínez Vidal en la Asamblea Regional. EP

El primer gobierno de coalición en nuestra comunidad tenía fecha de caducidad: la primera victoria, aunque infructuosa, del PSOE en 25 años y el frágil equilibrio parlamentario con el que gobernaban populares y Ciudadanos no iban a quedar ahí. Las vacunaciones fuera de protocolo, tres cambios en el Consejo de Gobierno en menos de 3 meses y las aspiraciones de supervivencia de los naranja agitaron la arena política. Ferraz y Ciudadanos activaron la cuenta atrás. El 10 de marzo había pleno en la Asamblea Regional, la rutina parlamentaria saltó por los aires cuando comenzaron los movimientos en las bancadas socialista y de Ciudadanos. Minutos después dos diputados, Juan José Molina y Francisco Lucas, entraban en el registro del hemiciclo con el escrito de moción de censura.

Bajo el epígrafe 'Confianza en las instituciones, ejemplaridad', un texto con los argumentos de la segunda moción de censura en la historia de la democracia reciente en Murcia. La candidata a la presidencia era Ana Martínez Vidal y el vicepresidente, Diego Conesa. Una semana más tarde habría de ser el debate de esa moción en el parlamento murciano. Hasta entonces hubo ceses, firma de programa de gobierno, acto institucional en Lorca y ejercicios de ingeniería política para justificar cambios de opinión. Un ejemplo: parte de los diputados de Ciudadanos pasaron en horas de apoyar la moción de censura a reprobarla.

Teodoro García Egea, secretario general del Partido Popular no estuvo dispuesto a perder su plaza en Murcia, desplego artillería y torpedeó las intenciones de PSOE y los naranja. El ciezano negoció la incorporación al Ejecutivo de los diputados de Ciudadanos necesarios para hacer descarrilar en la Asamblea con su voto la moción de censura. López Miras tenía nuevo Ejecutivo, poco le habría de durar. La moción de censura nació muerta, pero esto lejos de rebajar el tono político de las dos sesiones de debate.El grupo popular contó para tumbar la moción con los votos de 3 diputados tránsfugas de Ciudadanos, Isabel Franco, Francisco Álvarez y Valle Miguélez y otros 3 del grupo Vox pero expulsados de su formación: Francisco Carrera, Juan José Liarte y Mabel Campuzano. El respaldo de estos últimos no fue a cambio de nada, ataron su incorporación en el Consejo de Gobierno.El de Murcia ha sido el primer Ejecutivo autonómico que ha incorporado a un consejero vinculado a VOX: Mabel Campuzano, consejera de Educación.

Antonio Sänchez Lorente, Valle Miguélez, Isabel Franco y Francisco Álvarez durante su toma de posesión. ORM

Estas fueron horas clave: sentenciaron el futuro político de Ana Martínez Vidal, acabó dejando la coordinación autonómica de Ciudadanos. Tras la moción, los 2 únicos diputados fieles a la disciplina de partido pasaron al grupo mixto y la formación naranja tuvo que renovar su dirección en Murcia. Estas semanas de absoluta efervescencia política se tradujeron en un número de cambios en el Consejo de Gobierno no vistos antes en Murcia. Para muestra esto: entre febrero y abril de este año las competencias de Transparencia, Participación Ciudadana y Administración Pública recayeron en 4 consejeros distintos: Beatriz Ballesteros hasta su dimisión, José Gabriel Sánchez Torregrosa hasta su cese, Antonio Sánchez Lorente por una baja médica e Isabel Franco que las asumió de forma temporal.

La planificación inicial de la moción de censura en la Asamblea llevaba aparejada otra en el Ayuntamiento de Murcia. Esta sí prosperó dejando tras de sí un gobierno de coalición respaldado por los grupos Podemos Equo, Ciudadanos y Socialista. La alcaldía fue para estos últimos. Bastón de mando en mano de José Antonio Serrano. Tras nueve meses de gobierno, el ejecutivo local busca su proyecto político. 

El alcalde de Murcia, José Antonio Serrano. @SerranoJAntonio

UNA MOCIÓN DE CENSURA FALLIDA CON CONSECUENCIAS

La tormenta formada en la Región de Murcia amenazaba con descargar en alguna otra comunidad gobernada en coalición de Partido Popular y Ciudadanos. Ejemplos: Andalucía y Castilla y León. Esos nubarrones se quedaron en un primer momento a medio camino, en la Comunidad de Madrid. Isabel Díaz Ayuso, rutilante carrera política dentro del PP y gobierno con socio naranja, Ciudadanos. Ayuso tomó nota de la maniobra naranja en Murcia, temía quedar arrinconada con un eventual pacto de su socio y PSOE y convocó elecciones autonómicas . Ella iba a por todas. Para la "fiesta de la democracia", Ciudadanos desbancó a Aguado y lo sustituyó por Edmundo Bal y Pablo Iglesias abandonó el Gobierno de España para liderar la lista de Podemos. Ni con esas. Las urnas señalaron la puerta de salida a Iglesias y le dieron un nuevo finiquito a Ciudadanos. Ayuso logró una victoria más holgada pero precisó de apoyos. Lo encontró en Vox. Santiago Abascal pedía "que el Partido Popular mostrara generosidad en la Asamblea de Madrid".

Isabel Díaz, presidenta de la Comunidad de Madrid, durante un acto institucional. EP

Lo de Madrid tuvo varias consecuencias que hay que leer en clave nacional: tras la salida de Iglesias, en el Consejo de Ministros Yolanda Díaz habría de asumir vicepresidencia, un liderazgo que el Podemos recayó en Ione Belarra. El futuro político de Díaz ya veremos si pasa por la plataforma que comparte, entre otras, con Ada Colau. La otra repercusión de las autonómicas es que Ayuso tras el espaldarazo de las urnas quiso más, hacerse con el control de la organización del PP madrileño. Ella quería congreso regional y Génova le ha dejado claro que el 2021 no era el momento. En esta batalla no está en juego la organización territorial del PP, sino el próximo Partido Popular.

El gobierno de coalición en Andalucía resiste, pero el que sucumbía durante los últimos días de diciembre ha sido el de Castilla y León. A diez días de acabar el 2021, Alfonso Fernández Mañueco rompía la baraja, echaba a sus socios de gobierno del ejecutivo, anticipaba las elecciones en su comunidad al 13 de febrero de 2022. Será la prueba de fuego para consolidar el giro conservador que se apuntaló en las últimas autonómicas de Madrid.

CAMBIO EN LA LEY DE PRESIDENTE ¿Y EN LA ELECTORAL?

Una nueva generación de dirigentes políticos pide espacio no solo en Madrid. La Región de Murcia, Fernando López Miras. La ley no le va a impedir presentarse a un tercer mandato porque se ha cambiado. La modificación de la Ley del Estatuto Presidente era una aspiración de San Esteban anterior a la fallida moción de censura. Para eso necesitaban el concurso de Ciudadanos, socio de gobierno hasta entonces, pero estos cotizaban alto su apoyo. Su respaldo a ese cambio legal era un seguro de vida de la coalición de gobierno que se esfumó. Atada la mayoría en la Asamblea Regional que el Partido Popular necesitaba para continuar en el gobierno, los tiempos parlamentarios los volvía a dominar el Ejecutivo.

A punto de acabar el curso político y por el procedimiento de lectura única, el pleno de la Asamblea aprobaba el cambio.Ya veremos si alguien más pugnará por la candidatura del Partido Popular para la próxima cita con las urnas, pero lo seguro es que Fernando López Miras se podrá presentar a la reelección para la autonómicas de 2023. Será su tercer mandato.  

GIRO EN EL PSRM-PSOE

Quien no estará en los carteles electorales en esos comicios será Diego Conesa. El hombre que logró la primera victoria en unas autonómicas para el PSRM-PSOE en casi un cuarto de siglo ya no está en política. Su paso por esa arena ha sido corto, unos 6 años, pero intenso. Alcalde de Alhama, secretrario de los socialistas murcianos, Delegado del Gobierno y portavoz del grupo parlamentario. La causa de su retirada fue personal, según alegó, pero nadie olvida que la sombra de la moción de censura fallida se proyectaba en su hoja de servicios. Su retirada se ha venido formalizando desde el verano. En septiembre dijo a la militancia de su partido en una carta que no concurriría a las primarias, en diciembre coincidiendo con el congreso regional del PSOE anunciaba, primero a la junta de portavoces de la Asamblea y después a los medios, que dejaba su escaño. Lo hacía, según dijo, por coherencia.

Diego Cosena durante su último pleno en la Asamblea Regional acompañado de compareños de partido. ORM

El PSRM sin Conesa tiene a Francisco Lucas como portavoz parlamentario y a José Vélez como secretario general de la formación con una ejecutiva a su medida y con un pie en la Delegación del Gobierno que piensa mantener. No se descarta que Vélez será candidato de su partido en las próximas autonómicas, ya lo ha dejado entrever. José Vélez quiere pisar el parqué de San Esteban.

EL VALOR DE LOS CONSENSOS: LA REFORMA DEL ESTATUTO

El Estatuto de Autonomía de la Región de Murcia soplará velas el 9 de junio de 2022 tal y como está. De nada sirvió la unanimidad alcanzada en la Asamblea Regional en torno a una propuesta de reforma 'non nata'. Todo han sido contratiempos para la carta magna autonómica, las primeras comisiones parlamentarias en la Asamblea Regional para su reforma poco pudieron avanzar. Todo cambió cuando el Partido Popular pasó a gobernar en minoría. Ciudadanos había llegado al parlamento murciano con Miguel Sánchez al frente. El proyecto popular le necesitaba y él supo gestionar su capacidad de influencia, avino a acuerdos a la formación que llevaba lustros gobernando la Región sin necesidad de apoyos parlamentarios.

Era un tiempo político nuevo y durante él se pudo negociar unos cambios en el estatuto que gustaba a todos pero comenzaron los contratiempos. Hasta tres veces hubo de activarse su tramitación en el Congreso de los Diputados por convocatorias electorales. La última vez fueron Diego Conesa, Joaquín Segado y María Marín los elegidos para defender el texto en la cámara baja.

Llegó el momento de presentar enmiendas al texto consensuado en Cartagena. La coyuntura política había cambiado, entre medias moción de censura fallida y crisis ambiental del Mar Menor agudizada. Los partidos de la oposición en Murcia que acabaron planteando enmiendas al texto: Ciudadanos, PSOE y Unidas Podemos. El Partido Popular quiso frenar aquello. Reforma express del reglamento de la cámara y votación en pleno pocos días después para que la Región de Murcia retirara del Congreso de los Diputados la reforma que tanto constó consensuar. El Gobierno regional no negociará otra reforma del estatuto que no sea la que ya hay. La reforma del Estatuto de Murcia tendrá que esperar.

PEDRO SAURA, DE FOMENTO A PARADORES

Otro nombre propio clave para entender las cosas que han sucedido este año, es el de Pedro Saura. Socialista, otrora secretario general del PSRM-PSOE, arrancó el 2021 siendo secretario general del Ministerio de Transportes, departamento en el que era figura clave, supimos el porqué tras la salida de José Luis Ábalos del Consejo de Ministros. Saura ha dado un arreón a las obras del ferrocarril en la Región de Murcia. El paso a nivel de Santiago el Mayor en Murcia ha quedado eliminado tras 159 años de vías del tren en superificie pero las obras de la conexión ferroviaria con Andalucía van a ralentí y el AVE aún no ha pisado suelo murciano. En nuestra comunidad se le sigue esperando.

Pedro Saura durante un acto político en Murcia. ORM

Saura acaba el año de forma muy distinta a como comenzó, de transporte iba su agenda al inicio del curso y lo acaba dedicado al turismo. Pedro Saura es desde julio presidente-consejero delegado de la compañía pública Paradores. Con el verano organizado, alguna que otra protesta de trabajadores por sus condiciones laborales y "mucha ilusión" asumió el cargo. Mucha ilusión porque es uno de los puestos de la administración mejor pagados: cobra casi 190.000 euros anuales.

Entre idas y venidas y muchas permanencias ha transcurrido el 2021, un año que ha dejado hitos políticos en nuestra comunidad no vistos antes, que ha puesto a prueba los resortes del parlamentarismo en la Región de Murcia y dejado unos cuadros de mando en los partidos políticos que ya miran a las elecciones autonómicas de 2023. El año que comienza ayudará a despejar incógnitas: ¿Atravesará el Gobierno de coalición en la Región de Murcia algún sobresalto más?, ¿qué candidatos van a encabezar lista para la próxima cita con las urnas?, ¿hasta cuándo la pandemia? ¿Veremos en 2022 la llegada del AVE? ¿y el cambio en el modelo de financiación autonómica?

SELECCIÓN MUSICAL

-'Uprising' (Muse)
-'El alcalde' (La Polla Record)
-'Dinero, dinero' (Obús)
-'Cayetano' (Carolina Durante)
-'House Of Cards'
-'El político neoliberal' (Pony Bravo)
-'God save the Queen' (Sex Pixtols)
-'Ratonera' (Amaral)
-'Bullet In The Head' (Rage Against The Machine)
-'El Chacachá del tren' (El Consorcio)
-'El turista 1.999.999' (Los Stop)
-'Sillón de mis entretelas' (Rosa León)