Mientras que sindicatos, patronal y autónomos estiman necesario extender los expedientes de regulación de empleo, los representantes de los trabajadores ven escaso el aumento del SMI y los empresarios se niegan a firmar
REDACCIÓN
No se han hecho esperar las reacciones a los últimos anuncios del Gobierno de España tras el Consejo de Ministros sobre la subida del Salario Mínimo Interprofesional y la prórroga de los ERTE hasta febrero del próximo año. Los agentes sociales han mostrado su conformidad en este último aspecto, se muestran a favor, pero su postura respecto al SMI es reacia, por considerarla insuficiente (en el caso de los sindicatos) o contraria a su planteamiento (con la patronal).
El secretario general de Comisiones Obreras, Santiago Navarro, señala que el incremento de 15 euros mensuales para el salario mínimo es insuficiente si tenemos en cuenta que la inflación este año cerrará con una previsión del 2,7% y confía en que en el 2022 se pueda llegar a los 1.000 euros. Para la secretaria de Empleo y Formación de UGT, Ascensión Ludeña, también la subida se ha quedado algo corta dentro del objetivo de alcanzar los 1.027 euros en 2023. Por su parte, el presidente de CROEM, José María Albarracín, precisa que esta subida debe contemplar el incremento salarial que se registra desde el año 2018 y que se sitúa en más del 37%. De ahí, la negativa de la CEOE a firmar un nuevo incremento.
En cuanto a la prolongación de los ERTE, satisfacción. Santiago Navarro habla de un acuerdo que protege a trabajadores y empresas mientras que Albarracín entiende que el Gobierno de España no tenía que haber esperado a última hora para aceptar las reivindicaciones de los empresarios de seguir amparando la reducción de las cuotas a la Seguridad Social. Otro sector, en este caso el de los Autónomos, veía esta prórroga como un paso necesario y calcula que se beneficiarán de ello 150.000 negocios. Lorenzo del Amor, presidente nacional de este colectivo, ha recalcado que no tenía sentido "poner fin antes de llegar a la meta".
