La Federación de Municipios ha creado una comisión para luchar contra este fenómeno. En ella se trabajará en resolver el problema que supone para poblaciones rurales y alejadas la supresión de los servicios de la banca
LUCÍA HERNÁNDEZ | CLAUDIO CABALLERO. Murcia/Abarán
La retirada de cajeros automáticos está suponiendo un quebradero de cabeza para muchas personas, sobre todo mayores, que viven en pedanías rurales y que no tienen las destrezas necesarias para gestiones 'on line', y que les limita la adquisición de dinero en metálico. Por este motivo, la Federación de Municipios de la Región ya ha creado una comisión específica sobre despoblamiento.
María Dolores Muñoz, presidenta de la Federación, ha asegurado que "pese a ser una cuestión privada, estas empresas también tienen responsabilidades sociales" y en el caso del servicio de banca "estos deben comprometerse con no aumentar el despoblamiento". La representante de los municipios explica que los ayuntamientos ya han trasladado a las empresas de banca esta preocupación y espera que la Comunidad Autónoma también interceda para evitar esta nueva desigualdad, entre personas según donde residan y según sus conocimientos digitales.
INDIGNACIÓN EN ABARÁN POR EL CIERRE DE LA SUCURSAL DEL SABADELL
Los vecinos de Abarán están indignados tras el anuncio del Banco de Sabadell de cerrar su sucursal de Abarán. El sindicato 'Alta' denuncia que la intención de la entidad es la de reducir las 159 oficinas de hace apenas unos cinco años a solo 46, más de un 50 por ciento menos.
Solo en la Vega Alta y el Valle de Ricote, el Sabadell ha cerrado ya desde 2017, siete oficinas en Cieza, Hoya del Campo, Ulea, Villanueva, Ricote y Archena. La de Abarán sería la octava. Los vecinos lamentan que a partir de ahora tengan que desplazarse a Cieza para hacer sus gestiones.
Por otra parte, el sindicato 'Alta' alerta de la reducción de plantilla que se va a producir, que va a ser de 153 trabajadores, afectando a miles de clientes de la Región que van a quedar desatendidos. El Sabadell es el heredero de la antigua Caja de Ahorros del Mediterráneo, que en sus mejores momentos contaba en la Región con más de 180 oficinas.
