La abogada María Dolores Muñoz asegura que "en Murcia la responsabilidad del control de los botellones recae sobre la Policía Local, sin embargo los poderes públicos han sido muy permisivos".
PACO MARTÍNEZ. Murcia
Esta ola de contagios entre la población más joven ha impulsado de nuevo el debate sobre la necesidad de controlar los botellones, que ahora se presentan como punto de origen de algunos de los brotes detectados en las últimas semanas. Pero, con la ley en la mano, ese debate debería estar resuelto desde hace mucho tiempo porque las concentraciones para beber en la calle están prohibidas en la región de Murcia desde 1997, hace ya 24 años.
Lo saben bien en la Asociación Juristas contra el Ruido, a la que pertenece la abogada Maria Dolores Muñoz. En la región hay normas específicas que prohíben los botellones e incluso ordenanzas municipales -por ejemplo, en el municipio de Murcia- que dejan claro que la responsabilidad de su control corresponde a los agentes de la policía local. La ley es muy clara, dice Muñoz; otra cosa es que los poderes públicos hayan sido muy permisivos durante los últimos años para tapar su propia inoperancia a la hora de encontrar una alternativa ordenada al ocio juvenil.
Desde el punto de vista legal, también está muy claro en qué debe consistir la intervención policial: " tiene que actuar para disolver su celebración, identificando y sancionando a los participantes, e incluso deteniéndolos en el caso de que se muestren violentos". En opinión de Maria Dolores Muñoz, lo único que necesitan los agentes son órdenes claras de los ayuntamientos.
En las últimas semanas en algunas de las intervenciones policiales que han tratado de disolver la celebración de botellones, los agentes se han encontrado con una respuesta violenta de algunos de los participantes. Por eso Muñoz dice que lo más útil sería actuar con carácter preventivo, impidiendo desde el primer momento que se produzcan grandes concentraciones de personas.
