Ante el aumento del caudal ecológico en el Tajo, el presidente de la Comunidad Fernando López Miras dice que el Gobierno regional "tiende la mano para llegar a acuerdos pero, si no quieren tomarla, el puño será fuerte"
ELVIRA SÁNCHEZ. Murcia
El Sindicato Central de Regantes va a estudiar minuciosamente toda la información relativa al Plan Hidrológico del Tajo elaborada por el ministerio y no descarta presentar una querella por pravaricación contra el Ministerio por los fallos detectados en cuanto al aumento del caudal mínimo en el Tajo. Así lo ha anunciado el presidente de los regantes, Lucas Jiménez, tras una reunión del Círculo del Agua celebrada en la cámara de comercio de Murcia, en la que se ha planteado seis meses de movilizaciones, con protestas en Madrid, ante la decisión del ministerio para la Transición Ecológica de incrementar los caudales del Tajo de forma progresiva hasta el año 2026, lo que desde el Levante se considera "el fin del acueducto Tajo-Segura".
Jiménez ha explicado que, según los estudios técnicos elaborados por los regantes, no era necesario aumentar el caudal mínimo del tajo de 6,2 metros cúbicos por segundo hasta los 8,6 en 2027, manteniendo solo 7 m3/s desde el próximo año y hasta 2026.
El presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, ha lanzado un mensaje al Gobierno central. El gobierno regional "tiende la mano para llegar a acuerdos pero, si no quieren tomarla, el puño será fuerte", ha asegurado
Después de haber escuchado a todos estos agricultores, López Miras dice que "Pedro Sánchez y Teresa Ribera deberían hacerlo también y decirles que en 2027 se acaba su forma de vida y que no van a poder seguir manteniendo a sus familias". Asegura que deben venir a la Región y darles explicaciones, de la misma manera en la que el pasado lunes fue a Barcelona a explicar por qué iba indultar a los presos catalanes.
López Miras ha añadido que es inadmible que, de forma unilateral y sin criterios técnicos, el gobierno de la nación decida "darle un golpe de muerte" al Trasvase, y anuncia que, de aquí a final de año, llevarán a cabo un "duro trabajo" para evitar que, en 2027, se cierre el trasvase. Algo, insiste, que no van a permitir.
