Las olas de calor, cada vez más frecuentes debido al cambio climático, hacen indispensable una regulación específica para prevenir riesgos laborales en zonas como la Región de Murcia
ANA R. GÓMEZ. Murcia
Agricultura e invernaderos, aún más que la construcción, son campeones en riesgo de registrar golpes de calor entre sus trabajadores. Recordamos el trágico caso del jornalero Eliazar Blandón, fallecido en Lorca hace un año por esa causa. Los delegados de prevención exigen planes específicos sobre el calor, que en la Región de Murcia implanten medidas en función de los niveles de alerta meteorológica.
Diego Guill, del Gabinete de Salud Laboral de Comisiones Obreras en la Región de Murcia, afirma que son muy pocas las empresas que cuentan con un plan para el calor. Es una exigencia básica en regiones como la nuestra, donde es frecuente ver cómo el trabajador del campo come a la sombra de su propia máquina porque no se habilita un lugar como comedor.
Y hacer cumplir la ley significaría, por ejemplo, aplicar un proceso de aclimatación progresivo de doce días cuando se va a someter al trabajador a un cambio brusco de temperaturas. Según Guill, los empresarios están obligados a establecer planes preventivos, según los riesgos detectados.
En sectores como la agricultura, invernaderos, construcción o limpieza viaria las condiciones meteorológicas de la Región de Murcia indican la conveniencia de un plan diseñado solamente para las situaciones de calor. Diego Guill considera que, junto al análisis del riesgo que supone la subida de temperatura, deben articularse medidas de prevención negociadas con los representantes de los trabajadores y plazos para su realización. Los avisos y niveles de los servicios de meteorología facilitan adecuar horarios y condiciones laborales.
