Entre los 18 encausados hay un funcionario judicial y un policía portuario . La organización planeaba introducir la cocaína de un mercante sudamericano por Escombreras
EVA CABALLERO. Cartagena
Comienza en Cartagena el macrojuicio contra 18 acusados por narcotráfico, entre ellos un guardia civil, un funcionario de un juzgado y un policía portuario, que se celebra en la sección Quinta de la Audiencia Provincial de Murcia.
Según la Fiscalía, los detenidos llevaban entre manos una operación para introducir en España una elevada cantidad de cocaína, procedente de algún puerto de Sudamérica, con la connivencia de un agente de la guardia civil. Los narcotraficantes tendrían capacidad económica suficiente para importar más de 100 kilos de cocaína a través de buques comprados, donde camuflaban la droga.
Desde hoy está previsto que se sienten en el banquillo 18 personas. Entre ellos, el cabecilla de la red, que se enfrenta a una pena de 14 años de cárcel. Este hombre fue detenido cuando lo sorprendieron robando 13.000 kilos de cobre que entraban por el puerto de Cartagena. Fue entonces cuando la fiscal antidroga sospechó de su vinculación con el narcotráfico y su relación con el guardia civil, para el que se piden 13 años de cárcel.
Durante su declaración ambos han negado que planearan introducir cocaína a través del puerto de Cartagena. El cabecilla, un transportista conocido como "Jacobo", respondía a su abogado que conoce al agente desde la infancia, que le prestaba el coche de su mujer para hacerle un favor y que se reunían lejos de su domicilio, en lugares dispares, por el horario de los bares.
En cuanto al guardia civil, Uriel, se ha desvinculado de las imágenes que pusieron a Asuntos Internos tras su pista. Antes de empezar con la operación de Sudamérica, lo sorprendieron subiendo con una maleta a un mercante, de donde bajaron algunas bolsas. El agente declaraba que era ropa donada para una mujer cubana con pocos recursos. Uriel tampoco ha respondido a las preguntas de la fiscal ni del resto de los abogados.
En cuanto al resto de acusados, cuatro de ellos han reconocido su implicación en los preparativos para que la droga llegara a Cartagena en un mercante; una operación que finalmente se abortó por las detenciones. Un colombiano, Javier, declaraba que aportó 30.000 euros para poner en marcha el negocio, pagar al guardia civil y viajar a Colombia para comprobar la calidad de la cocaína. También era la persona indicada de encontrar el buque apropiado en el que viajara la droga y contratar al buzo que la extraería del contenedor adosado al mercante o de los canales de ventilación
El juicio continúa este martes en el Palacio de Justicia de Cartagena con más de 70 testigos citados durante los próximos 8 días.
