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Los Reyes presiden la ceremonia de puesta a flote del submarino S-81 en Cartagena

El submarino “Isaac Peral” se entregará a la Armada a principios de 2023. El acto puedes seguirlo en directo en la programación especial que ha preparado Onda Regional

21 ABR 2021 - 13:55
Actualizado:
22 ABR 2021 - 13:02
El submarino S-81 “Isaac Peral” en la factoría de Cartagena. NAVANTIA
El submarino S-81 “Isaac Peral” en la factoría de Cartagena. NAVANTIA

REDACCIÓN. Cartagena

Los Reyes, acompañados por la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, asisten este jueves en Cartagena a la ceremonia de puesta a flote del submarino S-81 Isaac Peral, el primer submarino de la serie S-80, en el astillero de Navantia en Cartagena. El acto pueden seguirlo en directo a partir de las 13:00 horas en Onda Regional, que ha preparado una programación especial durante toda la mañana en los programas 'Plaza Pública" y "El Mirador".

La puesta a flote en sí no tendrá lugar este jueves sino dentro de una semana. Y es que la complejidad de la operación no es compatible con el acto que se va a celebrar y, por tanto, la entrada en el agua del submarino se hará el jueves de la semana que viene.  El S-81 es el primer submarino diseñado y construido íntegramente en España y, por lo tanto, es una clara apuesta por el desarrollo tecnológico nacional, lo que potenciará la independencia estratégica de la defensa del país y la proyección internacional del tejido industrial español.

Navantia se ha estado preparando para poner a flote el primer submarino de la serie 80 y para recibir a todos los miembros de la Casa Real en un acto rodeado de medidas de seguridad, al que podrán asistir menos de un centenar de personas. En la factoría se ultiman los detalles para una ceremonia de puesta a flote en uno de los diques flotantes y su traslado, con remolcadores, hasta el atraque en el muelle de armamento.

El programa del S-80 se iniciaba en marzo de 2004 y sufrió un importante revés en 2012, por un problema de pesos, que obligó al rediseño del barco que tiene una eslora de casi 81 metros y mas de siete metros de diámetro. Un proyecto altamente especializado y complejo que pone en valor la capacidad tecnológica de empresas como SAES que se ha encargado del sonar del nuevo buque, según ha explicado su presidente, Joaquín López.

El submarino, de diseño propio, es la gran esperanza del astillero porque sus características técnicas lo convierten en casi indetectable, además de que cuenta con una autonomía impensable en un sumergible convencional. En el interior del submarino el espacio es similar al que tiene una fragata y su tripulación se ha reducido a la mitad, unas 32 personas, por el alto grado de automatización.

El programa cuesta más de 3.900 millones de euros y supone empleo para una media de 2.000 personas al año en la industria auxiliar de la Región. El submarino S-81 “Isaac Peral”, el primero de la serie, se entregará a la Armada a principios de 2023.

CARACTERÍSTICAS DEL SUBMARINO

Los submarinos S-80 tendrán una eslora total de 80,8 metros, un diámetro de 7,3 metros y un desplazamiento en inmersión de alrededor de 3.000 toneladas. Entre sus aportaciones tecnológicas destacan el sistema de combate y control de plataforma de Navantia Sistemas, y un sistema de propulsión anaeróbico revolucionario desarrollado por Navantia que aporta gran sigilo en inmersión, denominado BEST-AIP.

Este sistema de propulsión independiente de la atmósfera le permitirá obtener energía eléctrica, a partir de pilas de combustible que utilizan tecnología procedente del sector aeroespacial, a cualquier profundidad. Así, podrá permanecer semanas sin salir a cota periscópica, lo que mejorará su discreción, principal atributo de un submarino.

Los S-80 serán, por lo tanto, los submarinos convencionales (no nucleares) más avanzados del mundo, lo que ha despertado el interés de varias marinas de otros países y ha abierto una puerta al mercado internacional en un sector altamente tecnológico.

La ceremonia de puesta a flote, que se celebrará siguiendo medidas de seguridad sanitaria, tendrá lugar junto al taller en el que se ha construido el submarino antes de que se inicie el proceso por el que éste se trasladará al agua mediante un dique inundable. Esta maniobra, que requiere varias horas, se realizará en los días siguientes como acto de trabajo en el astillero.

Una vez puesto a flote, darán comienzo las actividades de pruebas de puerto y, posteriormente, las pruebas de mar, que incluyen navegación en superficie e inmersión hasta alcanzar la cota máxima. La primera navegación del S-81 está prevista a principios de 2022 y su entrega a la Armada un año después.

IMPACTO EN LA ECONOMÍA Y EL EMPLEO

El programa S-80 ha supuesto un salto cualitativo para Navantia, que se sitúa en primera línea del mercado internacional de submarinos convencionales, con ofertas activas en varios países. Lo es también para la industria colaboradora, ya que en el programa S-80 participan un centenar de empresas de 11 comunidades autónomas diferentes.

Genera empleo directo, indirecto e inducido para más de 6.000 personas y un impacto anual en el PIB español (contribución directa, indirecta e inducida) superior a los 250 millones de euros, de los que más de 80 millones son aportación directa al PIB regional (el 1% del PIB de Murcia).

SE PONDRÁ A FLOTE LA PRÓXIMA SEMANA

El submarino se pondrá a flote la próxima semana. Las labores actuales se centran en sacarlo de la grada donde se ha construido para la ceremonia. Y es que, para ponerlo en el agua se necesitan una serie de trabajos y maniobras que "llevan un tiempo"; de ahí que hay una separación entre la ceremonia y la puesta a flote del submarino.

La finalidad del programa S-80 es tratar de proporcionar unos buques de última generación que dieran a la Armada ventaja tecnológica en un entorno impredecible y, por otro, capacitar a la industria nacional para diseñar y construir un tipo de barco que, por su complejidad técnica y tecnológica, sólo está al alcance de un reducido grupo de países: Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Alemania, Suecia, Rusia, Japón, China y Corea del Sur, según Navantia.

De manera paralela a la puesta a flote del S-81, Navantia trabaja ya en los demás buques del programa: en el S-82 se trabaja en la fabricación de estructuras no resistentes y el embarque de tanques en todas las secciones y comenzado premontaje de tuberías y equipos.

En el S-83 se ha terminado el casco resistente y han comenzado los trabajos de aceros: construcción de tanques, fabricación y montaje de polines y soportes. Mientras que en el S-84 ha comenzado la elaboración de cuadernas del casco resistente. El S-82 llevará el nombre de Narciso Monturiol; el S-83 el de Cosme García y el S-84 será Mateo García de los Reyes, todos ellos pioneros de la navegación submarina.

El primer paso para su puesta a flote es mover el submarino al exterior de la NAS, a la zona conocida como antegrada. Posteriormente, es necesario mover el submarino hasta colocarlo dentro de un dique flotante. Esta maniobra, que conlleva varias horas, termina cuando el submarino está en su posición final de puesta a flote dentro del dique flotante y los carros de botadura están fijados a la estructura del dique.

A partir de ese momento comienza la maniobra de puesta a flote, haciendo flotar el dique y realizando su movimiento hasta la fosa, el lugar de la dársena con el calado necesario para inundar el dique. Una vez que el dique ha llegado a la fosa, comienza la inundación de sus lastres y empieza a sumergirse, comenzando el submarino a recibir agua y poco a poco a flotar por sí mismo.

En este momento es necesario realizar una serie de comprobaciones vitales para la seguridad del submarino (soplado y ventilación de los lastres o soplado de rejillas, entre otras cosas) y a continuación se continúa inundando el dique hasta que el submarino flota libremente dentro del mismo.

Con la ayuda de los prácticos, los remolcadores y empujadoras sacan el submarino del interior del dique y comienza el traslado hasta el muelle de armamento, lugar de atraque del submarino para realizar las pruebas de puerto.

El submarino carece de propulsión operativa hasta que se han realizado las pruebas de puerto sobre amarras. Con la ayuda del personal de la dotación, personal de tierra y los prácticos, se realiza el atraque del submarino en el muelle, quedando el submarino amarrado en su posición final en el muelle de armamento.

El S-80 contará con un sistema de combate integrado, un 'cerebro' del barco que integra a todos los sensores y las armas para una respuesta adecuada y rápida a cualquier amenaza. El núcleo del sistema de combate es un desarrollo de Navantia Sistemas.

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