La programación incluía además un desfile de moros y cristianos con kábilas y mesnadas de Cieza y Archena así como la presencia de dos tataranietos de los últimos moriscos
CLAUDIO CABALLERO.Ojós
El municipio de Ojós ha recordado con diferentes actos a los moriscos que fueron expulsados del Valle de Ricote en los albores del XVII. Muchos volvieron después y sus descendientes aún habitan en tan singular lugar.
Los actos comenzaron ayer sábado con un desfile de moros y cristianos en el que participaron kábilas y mesnadas de Cieza y Archena. El acto central ha tenido lugar en la mañana de hoy domingo, cuando se ha reconocido a los aquellos vecinos por medio de sus descendientes. Pablo y Francisco son tataranietos de aquellos últimos moriscos.
El alcalde de Ojós, José Emilio Palazón quiere que estos actos vayan a más y que se vayan sumando todos los municipios de alrededor.