Siete personas contagiadas de coronavirus han aceptado ser trasladadas a las instalaciones del antiguo albergue de La Charca, en Totana, para pasar allí el periodo de aislamiento
PACO MARTÍNEZ. Murcia
El Servicio Murciano de Salud y el Ayuntamiento de Torre Pacheco han activado un plan de intervención para tratar de impedir la extensión de los brotes de COVID detectados en los últimos días entre la población inmigrante que reside en ese municipio. Por lo pronto, siete personas contagiadas de coronavirus han aceptado ser trasladadas a las instalaciones del antiguo albergue de La Charca, en Totana, para pasar allí el periodo de aislamiento.
El alcalde de Torre Pacheco, Antonio León, asegura que han aprendido de la experiencia de la tercera ola y que ahora quieren adelantarse para tratar de evitar un incremento descontrolado de los contagios. Los equipos sanitarios del CORECAAS están yendo "casa por casa" para identificar los casos positivos y comprobar en qué condiciones viven. Cuando se observa que hay graves problemas para mantener una cuarentena rigurosa, se les ofrece la posibilidad de pasar ese periodo en las instalaciones de La Charca, en Totana.
Como parte de esta intervención, las autoridades han mantenido reuniones con las empresas agrícolas de la zona, con las ETTs y -hoy mismo- con los líderes religiosos de las comunidades implicadas. El idioma es un problema, porque la información no siempre llega a sus destinatarios; pero la desconfianza hacia la policía y el miedo a perder el trabajo son obstáculos que todavía tienen más peso. El alcalde asegura que las ONGs, el Servicio Murciano de Salud y el propio Ayuntamiento ponen a disposición de los afectados todos los recursos necesarios para que puedan permitirse perder unos días de trabajo a cambio de asegurar su salud y la de quienes conviven con ellos.
