Los expertos avisan de la necesidad de proteger a los más vulnerables, como ancianos y niños, cuyo sistema termorregulador es deficiente o no está tan desarrollado como para alertar del riesgo de un golpe de calor
SILVIA MATEO.Cartagena
La ola de calor supone un riesgo para la salud, principalmente de niños y personas mayores que tienden a deshidratarse. Los expertos aconsejan evitar el calor extremo, hidratarse y acudir a un médico en caso de emergencia.
Los especialistas hacen especial hincapié en proteger a los colectivos más vulnerables, principalmente las personas mayores y los niños cuyo sistema termorregulador no está complementamente desarrollado o es deficiente por la edad. Tienen menor percepción de las altas temperaturas y corren el riesgo de deshidratarse. Mabel Suárez, adjunta en Urgencias del Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia y médica de familia lo explica.
Calambres, falta de sudoración, agotamiento muscular o golpes de calor, son algunos de los efectos que las altas temperaturas provocan en el organismo. El cuerpo bombea más sangre hacia la piel y las extremidades para regular el termostato interno, produciendo más sudor. Es imprescindible mantenerse hidratado para reponer sales y, sobre todo, evitar exponernos a situaciones en las que la temperatura sea excesivamente alta. Lo explica Andrés Conesa que es jefe del servicio de Urgencias del Hospital Santa Lucía de Cartagena.
Otro consejo que recomienda Andrés Conesa es evitar los cambios bruscos de temperatura. La exposición prolongada a las altas temperaturas puede provocar un golpe de calor. En estas situaciones los expertos recomiendan acudir al médico.
