El biólogo Jorge Sánchez, de ANSE, señala que estamos ante una irrupción extraordinaria de una especie cuyo hábitat está más al norte y el largo viaje que realizan hasta costas españolas podría justificar la mortandad
En las costas de la Región de Murcia, como en otros puntos del mediterráneo español, siguen apareciendo estos días con bastante frecuencia ejemplares muertos de alca marina, un ave que -por su aspecto- recuerda a un pequeño pingüino.
El biólogo Jorge Sánchez, de la organización ecologista ANSE, nos ha explicado que estamos ante una irrupción extraordinaria de una especie cuyo hábitat se sitúa mucho más al norte. El largo viaje que han realizado hasta las costas españolas podría justificar la mortandad que, por los datos recogidos, no guarda ninguna relación con un brote de gripe aviar.
Esa era la principal preocupación de las autoridades cuando comenzaron a aparecer ejemplares muertos de alca en la franja mediterránea. Hay antecedentes recientes de brotes de gripe aviar en especies procedentes del norte de Europa, pero los análisis realizados hasta la fecha permiten descartar ese riesgo: los alcas muertos no parecen estar enfermos, sino agotados.
Las irrupciones de especies ajenas a estas latitudes son una anomalía, aunque las hemos visto otras veces antes: hace unos años, por ejemplo, fueron colonias de pinzones reales las que se desplazaron a zonas más meridionales de lo habitual. Las alcas son comunes en el Mar del Norte, en el Báltico e incluso en el Mar de Groenlandia. No es fácil determinar qué las ha empujado este año tan al sur, pero está claro -nos dice Jorge Sánchez- que aquí se han encontrado con un hábitat bien distinto al que acostumbran, entre otras cosas porque en el Mediterráneo hay muchos menos peces que en el Atlántico.
