La próxima semana un convoy traerá desde Polonia a la ciudad portuaria 27 ucranianos más. Hoy ha habido concentración silenciosa frente al Palacio Consistorial. El Ayuntamiento pide que las donaciones sean económicas
EVA CABALLERO / Cartagena
Un convoy partirá de Cartagena la próxima semana para traer a 27 ucranianos desde Polonia. Varias familias del municipio han ofrecido sus segundas residencias para acoger a refugiados. Más de 30 personas han llegado ya a la portuaria escapando de la guerra y el goteo será incesante, según Oksana Savina, de la Asociación de Ucranianos del municipio. Les llegan noticias de que cada vez es más difícil abandonar Polonia porque hay miles de refugiados y van a viajar hasta allí, en tres vehículos, para traer a otro grupo de refugiados. Algunos ya están en la frontera y otras, intentando salir de Ucrania.
La gestión de las plazas de acogida para los refugiados corre a cargo de la organización no gubernamental ACCEM, pero los ciudadanos deben dirigirse al Ayuntamiento, a Servicios Sociales, para poner a disposición su casa de la playa o vivienda para alquilar. La alcaldesa, Noelia Arroyo confirma que ya han recibido una decena de ofrecimientos.
SILENCIO CONTRA LA GUERRA
Ucranianos de Cartagena se han sumado a los cinco minutos de silencio como muestra de rechazo a la invasión rusa y en solidaridad con el pueblo ucranio. Seguirán recogiendo comida y ropa para bebés y soldados, a pesar de que para la administración es momento de pasar a la donación de fondos destinados a la compra de medicamentos. Una empresa solidaria partirá este jueves con el tercer camión de material reunido en el centro de Protección Civil de Cartagena. Si el ayuntamiento cierra este almacén, los ucranianos buscarán otro local. Ya están pendientes de inspeccionar una nave cedida en Torreciega. La presidenta del colectivo, Anna, asegura que la comida hace falta siempre.
La alcaldesa, Noelia Arroyo, declaraba hoy que las nuevas directrices son recaudar dinero en las cuentas oficiales para material médico. No obstante, se compromete a seguir colaborando con la asociación de ucranianos de Cartagena. Hay varios médicos en la familia de Anna, presidenta de la asociación de ucranianos, que tienen que quedarse en su país para atender a los heridos de guerra. A ella les trasladan que en aquellos centros sanitarios hace falta de todo, según nos ha contado.
