Las obras abren una puerta vegetal hacia la corredera que protegerá al nuevo espacio del ruido de los coches. Un proyecto que ha contado con la participación ciudadana
ENRIQUE SOLER. Caravaca
Ubicada en el centro del municipio, da paso a la Corredera que es coronada por el templete. Un baldaquino en mármol finalizado a principios del siglo XIX. Para la creación del proyecto se ha contado con un proceso de participación ciudadana. El nuevo espacio protegerá del sonido de la carretera mediante vegetación, abriendo una puerta vegetal hacía la corredera. También se ha cuidado la estatua de San Juan de la Cruz que cambiará de ubicación para tener un eje directo con el templete y los materiales serán piedras de la zona, según ha explicado a Onda Regional, José Francisco García es el alcalde de Caravaca.
Las obras cuentan con un presupuesto de adjudicación próximo a los 300.000 euros, de los cuales 120.000 son del plan de ayudas a la rehabilitación de cascos históricos Arrur.