La economía regional crecerá un 3,8 por ciento en su PIB a finales de año, tres décimas menos que la media, y un 1,6 en 2023. Los motivos: la crisis energética, la inflación y la subida de tipos de interés
La economía regional, siguiendo las correcciones a la baja del conjunto del país, crecerá un 3,8 por ciento en su PIB a finales de año, tres décimas menos que la media, y un 1,6 en 2023, dos décimas menos de lo esperado para toda España.
La mayor debilidad del consumo privado en el primer trimestre del año habría afectado particularmente a las comunidades autónomas del mediterráneo (más dependientes del turismo nacional) y del sur peninsular, lo que ha llevado al BBVA Research a rebajar las previsiones de crecimiento del PIB de Murcia, la Comunidad Valencia y Cataluña.
Así lo refleja el último informe elaborado por la Fundación de Estudios BBVA que confirma la ralentización del crecimiento debido a factores como la crisis energética, la inflación y la subida de los tipos de interés aplicada por el Banco Central Europeo, según ha explicado Miguel Cardoso, Economista Jefe de BBVA Research para España.
A pesar de las cifras, el estudio confirma que la economía regional seguirá creciendo en 2023 aunque a menor ritmo que este año. La Región se sitúa en el término medio el año que viene, por detrás de economías como Baleares, Canarias o Andalucía aunque con mejores previsiones que Asturias, Galicia o Navarra. Cardoso destaca la fortaleza de la industria agroalimentaria, los Fondos Next Generation y el ahorro familiar acumulado que seguirá impulsando el consumo.
Con todo, la evolución de los precios, dice el BBVA, sigue siendo el factor más inestable a la hora de fijar las proyecciones de crecimiento. Llama la atención que autonomías como Murcia mantengan una inflación subyacente del 6 por ciento, un punto más que la media nacional. Es el índice de la cesta de la compra descontados los precios energéticos y de los alimentos no elaborados.