Emilio Cortés, conservador del acuario de la Universidad de Murcia, dice que la situación es especialmente grave en el caso de especies como la nacra, el caballito o la aguja que pueden estar en peligro
PACO MARTÍNEZ. Murcia
El descenso de los niveles de salinidad en el Mar Menor propicia la entrada en la albufera de fauna que habita en el Mediterráneo y que puede poner en peligro la subsistencia de especies como la nacra, el caballito o la aguja. Los expertos confían en que la situación sea puntual, que las altas temperaturas del verano incrementen la evaporación y que eso sirva para reequilibrar la concentración de sal, para devolverla a los niveles habituales que rondan los 45 gramos de sal por litro.
El alto nivel de salinidad de las aguas del Mar Menor es uno de los factores que hacen de ese espacio un ecosistema único, con una población de fauna y flora claramente diferenciada. Allí se han refugiado especies que en el Mediterráneo estarían muy amenazadas por depredadores naturales y allí sobreviven también moluscos como la nacra, a la que la salinidad protege porque desactiva al parásito que acaba con ella. Por eso los expertos ven con enorme preocupación que el descenso en la concentración de sal abra la puerta del Mar Menor a especies como la tortuga boba, que pueden llegar a alimentarse de nacras. Emilio Cortés, que es conservador del acuario de la Universidad de Murcia, dice que la situación es especialmente grave en el caso de estos moluscos porque en los últimos meses vienen mostrando graves problemas para reproducirse con éxito.
Las tortugas no son la única especie extraña al Mar Menor que ha sido observada en la albufera en los últimos meses. Los buceadores han podido identificar pulpos y meros, depredadores de los que no había registros en la historia reciente de la laguna y que representan una grave amenaza para el caballito, la aguja o los zorros.
Emilio Cortés confía en que esta caída de la salinidad sea temporal y no se prolongue durante demasiado tiempo, porque eso permitiría a la fauna propia de la laguna volver a aumentar sus poblaciones de manera natural. Por si acaso, recuerda, el acuario de la Universidad de Murcia está almacenando ejemplares sanos que podrían llegar a ser utilizados para una futura repoblación.
