El techo podría estar en un 85% de contratos fijos cuando la reforma esté en plenitud, según argumenta Santiago Navarro, secretario general de CCOO en la Región de Murcia
ALBERTO SOLER. Murcia
La reforma laboral ya se ha dejado sentir en un incremento medio de más del veinte por ciento en los contratos fijos en la Región de Murcia durante el primer trimestre de este año y, aunque queda mucho por andar, según Comisiones Obreras, la entrada en vigor de esta norma supondrá un antes y un después para las empresas de trabajo temporal.
Comisiones Obreras maneja cifras contundentes cuando ni siquiera había entrado en vigor la parte de la reforma que afecta a la contratación, lo hizo el pasado día 1 de abril. De media, un 20% más de contratos fijos, con un pico del 30% más en marzo según Santiago Navarro, secretario general del sindicato en la Región de Murcia.
La reforma laboral supone la derogación del contrato de obra y que solo pervivan dos tipos de contratos temporales, o por circunstancias especiales o por sustitución. Además, se endurecen las sanciones en caso de fraude. Estos factores junto con el refuerzo de derechos de los fijos discontinuos han obrado el milagro entre comillas. El techo podría estar en un 85% de contratos fijos cuando la reforma esté en plenitud, según argumenta Santiago Navarro.
Para conseguirlo, en opinión de los responsables del sindicato, hace falta reforzar la inspección de trabajo y reactivar la negociación colectiva. También que cambien su forma de hacer las empresas de trabajo temporal, las ETT's. El secretario de Acción Sindical de CCOO, Victoriano Romera, dice que no puede ser que la mitad de los contratos que se hacen en la Región de Murcia vengan de ETT's.
En cuanto a negociación colectiva, Santiago Navarro reclama a la patronal CROEM que se siente a negociar el acuerdo de negociación colectiva. Comisiones Obreras rechaza que haya convenios pendientes desde hace años. El caso más conocido es el de Hostelería, pero ojo también con el de pequeños supermercados, que afecta a 3.000 trabajadores y lleva una década atascado. De vergüenza, dice Navarro.