Juan Dionisio Avilés, geriatra, profesor de la UCAM, dice que a la gente le obsesiona no caer en la dependencia y para ello se están estudiando factores de personalidad que aceleran el envejecimiento
ALBERTO SOLER. Murcia
Una de cada cuatro personas en 2050 tendrá más de 65 años, es decir, habrá superado el umbral de lo que antes se consideraba como ancianidad. Los gerontólogos recomiendan anticiparse a los problemas derivados de la edad con prácticas saludables tanto en el apartado físico como en el emocional porque actitudes como la de 'yo soy así y no voy a cambiar a estas alturas', en realidad, aceleran nuestro envejecimiento.
Hace muchos años que la expectativa de vida aumenta dos años y medio por década. Ahora mismo la esperanza de vida para mujeres en España es de 85 años, y de más de ochenta en el caso de los hombres. Pero más que durar mucho, a la gente le obsesiona no caer en la dependencia explica Juan Dionisio Avilés, geriatra, profesor de la UCAM.
Como está claro que queremos durar más y estar mejor mientras vivamos, el enfoque del envejecimiento ha cambiado. La Organización Mundial de la Salud promueve mantener lo que denomina capacidades intrínsecas según el profesor Avilés.
Además, ahora el diagnóstico conduce a un plan que está centrado en la persona, pero que, además, responde a los deseos de la persona. No se impone, sino que busca convencer.
La perspectiva al abordar la ancianidad también cambia porque ahora se está estudiando con intensidad los factores de personalidad que aceleran el envejecimiento. Una identidad flexible protege, según el geriatra Juan Dionisio Avilés.