El presidente de la asociación SOS Desaparecidos, Joaquín Amills, confirma que la mayoría de los casos se resuelven de forma satisfactoria tras descubrir el paradero y el buen estado en el que se encuentra la persona
ÁNGEL IZQUIERDO
En verano aumentan, a raíz de las altas temperaturas, las desapariciones de personas mayores con problemas cognitivos, y también crece el número de menores tutelados que deciden fugarse.
El presidente de la asociación SOS Desaparecidos, Joaquín Amills, confirma que la mayoría de casos se resuelven de forma satisfactoria tras descubrir el paradero y el buen estado en el que se encuentra la persona en cuestión, pero también lamenta que otro pequeño porcentaje acaba con la peor noticia para los familiares.
Joaquín Amills habla acerca de las causas por las que se notifican más desapariciones en verano y del tipo de perfil de quienes suelen abandonar su residencia o su entorno habitual. Destacan las personas mayores que sufren enfermedades como el Alzheimer, que tienden a desorientarse.
Desde la asociación, que tiene sus sede en Caravaca, explican la labor que llevan a cabo en materia de desapariciones a nivel nacional, y su valor como herramienta de apoyo y ayuda para los cuerpos de seguridad y familias, una vez que confirma la denuncia.
