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Joaquín Bascuñana, acusado de abusar de tres exalumnos de Maristas

El que fuera delegado del Gobierno en Murcia con el PP, ha sido acusado de abusos sexuales que se habrían cometido en el seminario Santa María del Mar de los maristas en La Marina de Elche, según publica El País

ONDA REGIONAL
25 OCT 2022 - 08:54
Joaquín Bascuñana, acusado de abusar de tres exalumnos de Maristas
Joaquín Bascuñana en una imagen de archivo. CARM
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Joaquín Bascuñana, acusado de abusar de tres exalumnos de Maristas
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El que fuera delegado del gobierno en Murcia con el PP, Joaquín Bascuñana , y exdirigente del PP  en la Región, ha sido acusado de abusos sexuales por tres alumnos del seminario Santa María del Mar de Los Maristas en La Marina de Elche, donde fue profesor entre 1970 y 1973, según publica este martes el diario El PAIS.

Los alumnos tienen hoy entre 60 y 61 años. El presunto delito que denuncian está prescrito y, por tanto, abocado al archivo. Las víctimas denunciaron a los maristas, que ya en el año 2021 iniciaron una investigación, y también llevaron el caso a la comisión del Defensor del Pueblo que investiga abusos de menores en la Iglesia católica.

Joaquín Bascuñana fue profesor en el seminario de maristas, y cuando tenía 30 años dejó la vida religiosa y entró en política, en el Partido Popular, donde ocupó cargos de responsabilidad en la década de los 90, fue consejero y senador, y fue delegado del Gobierno de Mariano Rajoy en Murcia entre 2011 y 2015.

Según El PAIS, Bascuñana niega rotundamente las acusaciones. Por su parte , las víctimas, que prefieren quedar en el anonimato han aportado documentos  y declaraciones juradas con sus testimonios de los abusos que se produjeron cuando tenían entre 10 y 12 años. El primero en hablar públicamente de su caso publicó un artículo en EL PAIS en julio de 2021, y solo identificaba a su agresor como el "hermano Joaquín".

Su testimonio dio pie a que dos compañeros más se sumaran a las denuncias. Señalan que Joaquín Bascuñana era tutor de primero y segundo curso de Bachiller y organista del seminario. Según el relato, en varias ocasiones aprovechaba los ensayos del coro para quedarse a solas con alguno de ellos a los que tocaba y se restregaba con su miembro. El joven trataba de zafarse, pero Bascuñana lo cogía por la fuerza. Incluso asegura que llegó a enfrentarse al profesor y eso le ocasionó graves represalias. De hecho le llegaron a expulsar del colegio y lamenta que sus padre llegaron a pensar de él que era mala persona. Hoy tiene 61 años y dice que aún evita las caricias, que el trauma que sufrió le ha acompañado toda la vida.

Otro de los denunciantes cuenta que en su caso no estaba en el coro, pero los abusos se produjeron cuando acompañaba a Joaquín Bascuñana al taller de fotografía, donde lo manoseó, lo abrazo y le "restregó su miembro erecto contra su trasero".

Las denuncias llegaron también a los maristas que condenando los hechos señalaban que iban a iniciar una investigación, aunque nada ha trascendido de ella.

El precursor de las denuncias de presuntos abusos a menores en los centros de los hermanos Maristas en nuestro país es el catalán Manuel Barbero, que llevó a los tribunales el caso de su hijo colgando carteles por el barrio para dar a conocer los hechos. Consiguió no solo destapar el caso, sino que otras víctimas se atreviesen a seguir sus pasos.

No es fácil demostrarlo, pero, explica Barbero que cuando se dan 3 o 4 testimonios coincidentes que señalan a un presunto abusador, casi nunca falla. Más aún si no se conocen entre ellos y son de generaciones diferentes.

Cuando los delitos están prescritos, la vía penal para pedir responsabilidades no es posible, el recorrido a través del ámbito civil suele acabar en fracaso para el denunciante, más aún sin pruebas contundentes  y los costes son muy elevados, por eso Barbero habla de justicia social

Paradigmático es el caso de Cataluña donde la propia orden de Maristas constituyó una comisión de reparación de las víctimas, y junto al colectivo 'Mans Petites' que él preside, permitió indemnizar a 25 víctimas de abusos, con casos prescritos, tras un arduo trabajo con evaluación y jurisprudencia sentada en los tres últimos años. Recibieron entre 5.000 y 50.000 euros.

No confía en el trabajo que se está realizando desde el Defensor del Pueblo, porque toda esa información que se está recopilando dice que no va a servir para que las víctimas tengan reconocimiento.

Mientras eso no ocurra dice, no van a poner a disposición de esta comisión la información de la que disponen, en la que tienen constatados más de 100 casos de abusos sexuales que han tenido lugar en distintas instituciones. La misma desconfianza le merece, asegura, la investigación interna abierta por la Iglesia, para conocer qué es lo que ha ocurrido en su propia casa, con la lupa puesta sobre más de 400 ordenes religiosas.

Su hijo fue el primero que permitió tirar de la madeja para aclarar hasta 25 casos de abusos contrastados cometidos en la orden religiosa de Maristas en Cataluña. Dice Barbero que hasta entonces, todos tenían miedo a denunciar.

La propia experiencia del pasado le sirvió para no acabar ahuyentado por el por el poder que tienen las órdenes religiosas y que asegura, es determinante a la hora de dar el paso.

Hace falta más apoyo de las Administraciones a todos los niveles, asegura, una ventanilla donde ser escuchados y donde sus testimonios, tras la valentía de dar el paso de contarlo, no caigan en saco roto.

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