La calidad del aire influye en la supervivencia de niños que han sufrido cáncer

Un trabajo de la Unidad de Salud Medioambiental del Servicio de Pediatría en el Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca demuestra que la calidad del aire influye en la tasa de supervivencia de niños que han sufrido cáncer entre los años 1998 y 2020. Un 80% de los menores sobrevive diez años después de haber sufrido la enfermedad.

El trabajo es un memorial de la producción desarrollada durante los últimos 20 años en el programa de Salud Ambiental y Comunitaria de largo seguimiento de supervivientes de cáncer. Tras hacer seguimiento a más de 900 familias, Juan Antonio Ortega, director de la Unidad, señala que la Región de Murcia tiene unas tasas a corto, medio y largo plazo al más alto nivel a nivel europeo.

En una de las gráficas del estudio se observa cómo la calidad del aire percibida por las familias de niños con cáncer en el momento del diagnóstico, en el largo seguimiento, influyen de forma clara en la supervivencia de los menores. Comenta el doctor Ortega que los datos observados, también son muy esperanzadores. "La buena noticia es que conocemos las causas de la contaminación atmosférica y ya disponemos de ejemplos en ciudades del mundo de cómo mejorarla", asegura y además apoyan las decisiones municipales para mejorar la calidad del aire en las ciudades de Murcia y Cartagena.

El director de la Unidad dice que en este trabajo se presentan las herramientas con las que trabajan para mejorar la calidad de vida de este perfil de paciente y pone de relieve la trascendencia del entorno, los estilos de vida y el medio ambiente y cómo influyen en el superviviente del cáncer, en los enfermos y en las comunidades.

En el programa ambiental de Salud Comunitaria de largo seguimiento de supervivientes de cáncer pediátrico se trabaja con un horizonte de alcanzar una supervivencia a los 10 años de seguimiento del 90% en los menores con cáncer y Ortega tiene claro que las políticas públicas tienen mucho que aportar en éste ámbito.

El doctor Ortega sostiene que la monitorización de la huella de carbono individual a lo largo de la supervivencia y la creación de ambientes y estilos de vida más saludables puede ayudar a mejorar la supervivencia y la prevención de las enfermedades crónicas en este sector de la población.

Es un modelo de innovación social aplicada en medicina para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible en los supervivientes de cáncer. Y coloca a los afectados, sus familias y a nuestro región en una posición de liderazgo internacional en los programas de largo seguimiento de los supervivientes.

La publicación al completo se puede leer y analizar en el siguiente enlace web https://www.mdpi.com/1660-4601/20/1/443