En su poder se hallaron cerca de una veintena de perros en deficientes condiciones higiénico-sanitarias, entre ellos uno robado en Moratalla y un bodeguero muerto días atrás por una enfermedad infecciosa
REDACCIÓN. Murcia
La denuncia por el robo de un perro en Moratalla en septiembre de 2021 condujo a la Guardia Civil a una parcela de Calasparra, cuyo dueño tenía el can sustraído y a 17 más en deficientes condiciones higiénico-sanitarias, uno de los cuales murió a causa de una enfermedad infecciosa no tratada por veterinarios.
Fuentes de la Benemérita han señalado que el investigado por un presunto delito de maltrato animal tenía a una decena de perros de razas potencialmente peligrosas.
El denunciante aportó la documentación sanitaria de dogo argentino sustraído, así como los datos del microchip implantado, por lo que los guardias civiles del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) zonas rurales susceptibles de dar cobijo al animal desaparecido.
Los agentes localizaron el pasado mes de febrero en un recinto anexo a una vivienda ubicada en el término municipal de Calasparra a 18 perros, 10 de ellos de razas potencialmente peligrosas, para cuya tenencia, su propietario, carecía de la oportuna licencia habilitante.
Durante la inspección, sospecharon que uno de los animales podía ser el denunciado por el vecino de Calasparra, lo cual fue determinado a través del microchip implantado en el animal, por lo que se procedió a su recuperación y entrega a su legítimo propietario.
Los guardias civiles del Seprona también localizaron el cuerpo de un perro, de la raza bodeguero, que, supuestamente afectado por una enfermedad vírica, murió sin haber recibido asistencia veterinaria.
El resultado de la inspección se saldó con la investigación del morador del inmueble como presunto autor de delitos de hurto y de maltrato animal.
La operación ‘Zeus’ ha culminado, además, con la confección de más de una veintena de denuncias por presuntas infracciones recogidas en la Ley 6/2017, de Protección y defensa de los animales de compañía y en la Ley 50/1999, sobre la tenencia de animales potencialmente peligrosos.
La persona investigada y las diligencias instruidas han sido puestas a disposición del juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Caravaca de la Cruz.
