Juan Blázquez (CCOO): "Ansiedad, tensión, relación de miedo con el empresario... derivan en un consumo excesivo de ansiolíticos. Somos una sociedad un poco enferma como consecuencia de las condiciones de trabajo"
ANA R. GÓMEZ. Murcia
Los sindicatos se preparan frente al aumento de las consultas psicosociales en las empresas. Comisiones Obreras está elaborando una jornada sobre el abuso de los ansiolíticos, el aumento de los suicidios y el peligro de los denominados "psicópatas integrados". El trato injusto, la violencia en el centro de trabajo, las tensiones constantes... son causa de dos a tres consultas cada semana en la asesoría del sindicato.
Pasamos en el trabajo gran parte de nuestra vida, y mientras la Organización Mundial de la Salud prepara la inclusión del "síndrome del quemado" en el catálogo de enfermedades profesionales, los representantes de los trabajadores advierten de que la flexilibilidad, la precariedad y el miedo a perder o no tener trabajo están condicionando nuestra salud. Lo relata Juan Blázquez, secretario de Salud Laboral en Comisiones Obreras Región de Murcia, con quien hablamos de la prevención de riesgos laborales en la salud mental, una de las novedades que incluye la nueva estrategia aprobada en diciembre por el gobierno, y que estará vigente hasta el año 2026. Si bien sociedades cientifícas y gobiernos autonómicos, como el de Murcia, acusan al ejecutivo central de no habilitar recursos suficientes, lo que sí contiene la Estrategia de Salud Mental es una visión de contexto social.
Falta, según Blázquez, un enfoque distinto de la cultura empresarial, ante datos tan incuestionables como que el suicidio es la primera causa de mortalidad en nuestro país, o el alto consumo de ansiolíticos.
La labor de prevención debería, según los técnicos sindicales, apoyarse en investigaciones profundas sobre el estado de la cuestión. Comisiones prepara para los próximos meses unas jornadas que tienen en cuenta una triple relación negativa: el consumo de ansiolíticos, el índice de suicidios y el psiópata integrado, una figura mucho más frecuente de lo que se cree.
Juan Blázquez afirma que las condiciones exigidas para puestos de mando a veces derivan en personas sin empatía, sin haber pasado antes algún tipo de prueba psicológica, lo que favorece la proliferación de esa figura, en gran parte aún sin diagnosticar.
