La preservación de cubiertas vegetales irá unida a la concesión de ayudas. Frente al Día Mundial del Suelo, la ONU recuerda que la agricultura intensiva fomenta una "hambruna encubierta"
ÁNGEL BOLUDA / JAVIER RAMÍREZ
El campo de la Región trata de minimizar los efectos negativos que la 'arquitectura verde' de la nueva Política Agraria Común puede tener para ellos. ¿Qué es esto?. En esencia esa 'arquitectura verde', también denominada 'ecoesquemas', consiste en la preservación de cubiertas vegetales en los campos de cultivo para mejorar la compatibilidad de las explotaciones con el medio ambiente. El problema para los agricultores es que al cumplimiento de esto se va a vincular parte de las ayudas que reciben.
Pedro García, COAG Altiplano, explica que los campos tendrán que contar con cubiertas vegetales, a pesar de estar ubicados en zonas áridas. Esto, según alerta, será incompatible con la explotación agrícola de muchos suelos que hasta ahora han sido de secano.
Desde COAG también avisan de que la implantación de estas cubiertas verdes va a obligar a cambiar las normas de peritación del Seguro Agrario, ya que hasta ahora penalizan a los agricultores que no mantengan el suelo limpio de materia vegetal.
Pedro García asegura que en nuestra comunidad, de la mano de la administración autonómica, están tratando de minimizar el impacto de esta "arquitectura verde". Este mes, además, traerán hasta Murcia a una delegación del Ministerio de Agricultura para explicarles las particularidades agrícolas de la Región.
Este lunes 5 de diciembre se celebra el Día Mundial del Suelo, y la ONU lo conmemora con una campaña para concienciar sobre la necesidad de una producción alimentaria sostenible. La sobreexplotación derivada de la agricultura intensiva está detrás del concepto "hambruna encubierta", un fenómeno que se produce cuando los alimentos cultivados no contienen los nutrientes necesarios a causa de la mala calidad del suelo en el que han sido cosechados.
Los incas lo llamaban la pachamama, la madre que con su alimento nos da de comer. Es en el suelo donde nos desarrollamos y también donde crece el 95% del alimento del mundo, pero a pesar de eso, su maltrato es constante.
Javier Martí es vicepresidente del Colegio de Geógrafos de la Región de Murcia. Cuenta que las filtraciones de productos contaminantes, la agricultura intensiva, el sobrepastoreo, las explotaciones mineras, los vertederos urbanos... y así un largo etcétera de actividades humanas, acaban afectando a los suelos y nos ponen en peligro a todos de dos maneras distintas. Por un lado, esa contaminación acaba en los productos que comemos, con el siguiente problema que puede suponer para la salud y, por otro, provocan la llamada hambruna encubierta, cuando el suelo ya no tiene nutrientes y los productos que se cosechan no cuentan con aquellos elementos que se les suponen, como vitaminas o minerales.
Pero esos fertilizantes también pueden ser origen de una nueva cadena de contaminación. Por eso Javier Martí recomienda volver a los modos de cultivo de antaño, como el barbecho, para que las tierras se puedan recuperar y, sobre todo, ordenar el espacio para que las distintas explotaciones ocupen los espacios adecuados.
