El mejor funcionamiento del bombeo de la Rambla del Albujón y las grandes concentraciones de zooplancton han reducido la aglomeración de microalgas
ÁNGEL IZQUIERDO
El investigador de Ecología de la UPCT, Javier Gilabert, explica que, además de la retirada de biomasa, que ha frenado un tercio de la entrada de nitrógeno en la laguna y supone un papel importante, otras circunstancias han influido para que el agua este mucho más limpia que hace unos meses y se haya reducido la aglomeración de fitoplancton.
El mejor funcionamiento del bombeo de la Rambla del Albujón respecto al año pasado, el intercambio de agua con el mediterráneo que se registró en el mes de junio, grandes concentraciones de zooplancton que influyen para que no crezcan tantas microalgas, son otros agentes que apunta Javier Gilabert y deben tenerse en cuenta.
La UPCT ha desarrollado una tecnología de boyas submarinas para monitorizar las aguas del Mar Menor. A día de hoy, hay dos de ellas en funcionamiento en puntos estratégicos, y cada seis horas envían información sobre los valores de oxígeno desde el fondo hasta la superficie. Se prevé que la semana que viene se instale una tercera y en el mes de septiembre haya cuatro activas. Javier Gilabert confirma que durante este tiempo han recogido datos favorables sobre lo que más preocupaba este verano, que eran los niveles de oxígeno.
La disminución de la temperatura del Mar Menor y que se hayan reducido las horas de sol, favorecen la prolongación de la situación estable de la laguna, que según el investigador de la UPCT sólo podría empeorar a raíz de una gota fría.
