La ministra española de Transición Ecológica, Teresa Ribera, se siente "decepcionada" con ideas para el gas de Bruselas y señala que estos acuerdos "se quedan cortos"
Los ministros de Energía de la Unión Europea han cerrado este viernes un acuerdo político sobre las medidas de emergencia para intervenir el mercado eléctrico comunitario. El pacto incluye la obligación de consumir un 10% menos de luz –5% en horas punta–; un gravamen mínimo del 33% para los superbeneficios de las empresas petroleras y el compromiso de redistribuir a los más vulnerables las ganancias extraordinarias de las tecnologías renovables o nucleares que vendan la electricidad por encima de los 180 euros el megavatio hora.
Las medidas estarán en vigor desde el 1 de diciembre hasta finalizar 2023. Ahora corresponderá a cada país introducir las medidas apropiadas para alcanzar los objetivos de reducción del consumo durante este periodo. De hecho, y de acuerdo con lo aprobado por los ministros, se deja bastante flexibilidad a los Estados miembros. Eso quiere decir que el impuesto a las energéticas que se está tramitando en España no presenta problemas de incompatibilidad con lo acordado en Bruselas.
Para lo que Bruselas ni siquiera ha hecho una propuesta es para intervenir el precio del gas. Un silencio que ha sido recibido con "decepción" por la ministra española de Transición Ecológica, Teresa Ribera. España, como otros 14 países de la Unión, reclama que se establezca un tope a todas las importaciones de gas, no sólo a las rusas. Por eso la ministra Ribera decía que estos acuerdos iniciales se quedan cortos.
