Las históricas asociaciones de Vistabella y de Espinardo huyen de disputas y buscan beneficios para el conjunto de la población, con propuestas de movilidad en la primera, y en el segundo pidiendo el desvío de la rambla
Las asociaciones de vecinos de Vistabella y de Espinardo se desligan de la protesta del sábado contra el Plan de Movilidad municipal. No quieren argumentos que dividan y enfrenten a los vecinos.
En el caso de Vistabella nos lo contaba Lola Jiménez, arquitecta y miembro de la asociación, recordando que hace años reclaman actuaciones en el barrio que permitan un entorno más amable y menos contaminado, pero que respete la capacidad de aparcamiento para los residentes.
En cuanto a Espinardo, el presidente de la Asociación de Vecinos, José Antonio García Baños, afirma que están preparando movilizaciones y una concentración festiva y reivindicativa el 17 de diciembre, para exigir el desvío de la Rambla de Algaramasa, conocida como rambla de Espinardo. Es una cuestión que une al cien por cien de la población. Con el desvío asegura que se evitarían desastres, y podría servir también para facilitar el difícil aparcamiento. Cada vez que llueve fuerte, Espinardo queda partido en dos y el agua lo inunda todo. Así, desviar la rambla supondría también tener un gran espacio de uso público, del cual ahora carece la pedanía.
