José Sola Aracil, de 71 años, llevaba desaparecido desde el pasado domingo. Su cuerpo, localizado por un vecino, ha aparecido entre dos muros en el barrio de Santa María de Lorca
ALFONSO MARTÍNEZ | REDACCIÓN
Aparece sin vida el cuerpo de José Sola Aracil, de 71 años, que se encontraba desaparecido desde el pasado domingo. Su cadáver ha sido descubierto por un vecino de Santa María en un estrecho espacio entre dos casas, lo que ha requerido la intervención de los bomberos. Hasta no conocer el resultado de la autopsia, están abiertas todas las hipótesis sobre su fallecimiento.
La familia había denunciado su desaparición al no presentarse a comer. Con problemas de esquizofrenia, José necesitaba controlar su enfermedad con medicación diaria. En la mañana de este miércoles un vecino de la barriada de Santa María ha hallado su cadáver junto a un gran charco de sangre. El cuerpo del hombre ha aparecido encajado en un estrecho espacio entre dos viviendas, por lo que la Policía Nacional ha requerido la intervención de los bomberos para su rescate. El cabo del Parque de Bomberos de Lorca José González comentaba las dificultades que se han encontrado.
Varios miembros de la familia han seguido muy de cerca la extracción del cadáver, que ha tenido una primera identificación por la ropa que portaba el día de su desaparición. La zona donde ha aparecido, muy empinada y de difícil acceso, hace sospechar a los familiares que la muerte de José puede no ser accidental, ya que sufría de cojera. Francisco García, sobrino de la víctima, mostraba a Onda Regional la sorpresa de la familia ante el lugar y las circunstancias en las que ha sido localizado.
