La investigadora de la Universidad de Murcia, María Ángeles Bonmatí, reconoce que está socialmente muy aceptado el uso de psicofármacos para dormir pero rechaza dejar la responsabilidad en manos solo de los pacientes
España encabeza la lista mundial de consumo de fármacos para dormir a pesar de que las cifras de insomnio son similares a las de países del entorno. La investigadora de la Universidad de Murcia, María Ángeles Bonmatí, plantea algunas claves para entender esta situación, entre ellas el deterioro de la Atención Primaria y el escaso número de psicólogos en la Sanidad Pública.
En España ya se consumían demasiados psicofármacos antes de la pandemia y el coronavirus no ha hecho sino agravar probablemente este problema, al haber aumentado también los trastornos emocionales y psiquiátricos. Los españoles son los que más recurren a los medicamentos cuanto tienen problemas para dormir a pesar de que los datos de insomnio no son muy diferentes en países del entorno. María Ángeles Bonmatí, es investigadora en el laboratorio de Cronobiología de la Universidad de Murcia y miembro del consorcio CIBERFES.
¿Qué puede estar pasando? La experta reconoce que está socialmente muy aceptado el uso de psicofármacos para dormir pero rechaza dejar la responsabilidad en manos solo de los pacientes. La saturación de la Atención Primaria y el escaso número de psicólogos en el sistema público de salud pueden estar influyendo.
La investigadora ofrece algunas pautas diarias para remediar los problemas con el sueño y mejorar su calidad, empezando por exponernos a la luz durante el día y a la oscuridad durante la noche. Dormir mal no es sólo una cuestión de descanso. Los científicos han logrado demostrar que la mala calidad del sueño está relacionada con enfermedades como la diabetes, trastornos cardiovasculares, envejecimiento prematuro, incluso algunos tipos de cáncer.