Adrián Rodríguez, portavoz de los cinco sindicatos policiales en materia de Inmigración, critica que el nuevo CATE siga cerrado casi un año después de iniciar las obras
Los cinco sindicatos policiales en la Región se unen para denunciar la falta de salubridad y condiciones del puerto de Escombreras, donde se atiende a los inmigrantes que llegan en pateras, mientras sigue cerrado el nuevo CATE construido junto a Navantia. Consideran previsible un aumento de la llegada extranjeros motivado por el conflicto con Argelia.
Las cifras de extranjeros llegados en patera a las costas de la Región este año hasta la fecha están por debajo de las de 2021, según delegación del Gobierno, que no ofrece más datos y se remite al ministerio del Interior. Los sindicales policiales prevén, sin embargo, un aumento de la llegada de pateras por la ruptura del acuerdo comercial con Argelia.
La realidad actual es que las personas que llegan en patera a las costas de la región son atendidas temporalmente en una zona acotada en el puerto de Escombreras en condiciones infrahumanas, denuncian los sindicatos. La falta de infraestructuras para asegurar la higiene, hacer frente al fuerte calor o al frío y la contaminación por el trasiego portuario son algunas de las situaciones que abordan a diario inmigrantes y policías.
Una vez que llegan a tierra reciben ayuda de emergencia por parte de Cruz Roja y permanecen en el campamento montado en el puerto al menos 72 horas hasta aclarar su situación administrativa. A veces tienen que prolongar su estancia allí dos o tres días más. No están detenidos pero permanecen bajo custodia policial.
Mientras tanto, el Centro provisional de Atención a Inmigrantes construido junto a Navantia, y que ha costado casi cuatro millones de euros, sigue cerrado por falta de acuerdo entre los ministerios de Interior y Defensa en torno a la ocupación del suelo.
