La crisis interna entre la titular de Educación y el diputado Carrera termina con la Consejería de Presidencia, Turismo y Deportes asumiendo las funciones del ámbito cultural, hasta ahora, en manos de Mabel Campuzano
PACO MARTÍNEZ. Murcia
La crisis de Gobierno abierta por la consejera de Educación está a punto de cerrarse, después de que los diputados de VOX y el consejero de presidencia Marcos Ortuño hayan pactado sacar Cultura de las atribuciones de Mabel Campuzano y trasladar las direcciones generales de Patrimonio Cultural y del ICA, el Instituto de Industrias Culturales, al departamento que dirige el propio Ortuño.
El trasvase de los dos departamentos de Cultura a la Consejería de Presidencia, Turismo y Deportes, no implica que los diputados de VOX aliados con el Gobierno renuncien a ellos, porque el pacto reserva a Liarte y Carrera la capacidad de ser quienes propongan a sus titulares. Así que en realidad, la única que perdería poder sería la Consejería que dirige Mabel Campuzano, a la que se le ofrece como contrapartida la aceptación del cese de José Ramón Palazón al frente del ICA. Ambas partes entienden que su situación es insostenible después de los acontecimientos de los últimos días, aunque ninguno de los negociadores otorga credibilidad alguna a las acusaciones de "actuaciones muy graves" con las que Campuzano argumentó su destitución. De hecho a Palazón se le reserva alguna nueva responsabilidad del mismo o similar nivel, pero en algún otro departamento de la Administración Regional.
En este escenario, falta por saber qué pasará con la consejera de Educación. Su carácter impredecible parece estar en el origen mismo de esta crisis. A pesar de haber sido desautorizada por el Consejo de Gobierno, que no ratificó su decisión de cesar a Palazón al frente del ICA; y aunque sus relaciones con sus compañeros de Vox se han deteriorado casi hasta el extremo, de hecho, de que Campuzano no ha hablado con ninguno de ellos desde el inicio de la crisis, todo parece indicar que la consejera de Educación se mantendrá firme en su puesto. En realidad, ni a VOX ni al Partido Popular les conviene forzar su dimisión, y mucho menos provocar su renuncia al acta de diputada regional. Si eso se produjera, si Campuzano abandonara la Asamblea Regional, quedaría abierta la puerta para que llegara al parlamento autonómico Luis Gestoso, un diputado fiel al aparato de VOX.
Esa hipótesis nos conduciría muy probablemente a un escenario con los dos diputados del sector oficial integrados en el grupo mixto, impidiendo que Liarte y Carrera mantuvieran su propio grupo. En esas condiciones, el PP perdería la mayoría en la Junta de Portavoces. Sin esa llave, lo que queda de legislatura podría convertirse en un calvario para el gobierno, porque no podría impedir que la oposición eligiera los temas centrales del debate parlamentario.
El presidente del Gobierno regional, Fernando López Miras, que esta mañana ha estado aquí, se ha despachado con una de esas frases que no quieren decir nada. López Miras venía a participar en un programa de gastronomía, pero la pregunta era inevitable. La respuesta es "hasta este momento -era poco más de mediodía- el gobierno no ha cambiado":
Pero la consigna del Ejecutivo en este asunto es el silencio. Una prueba: la portavoz del Gobierno, Valle Miguélez, decía que hoy no tocaba hablar de eso.
No crean que entre los partidos de oposición el asunto levanta reacciones muy intensas. De hecho sólo se ha pronunciado el PSOE. La diputada regional, Virginia Lopo, asegura que el Gobierno regional está en crisis y acusa a López Miras de no reaccionar.
