70 objetos como cuadros, escultura o joyas, entre otros muchos bienes, fueron trasladados hasta Elche incumpliendo la Ley de Patrimonio
REDACCIÓN | JOSÉ LUIS PIÑERO
Las piezas que las Hermanas Clarisas sacaron sin autorización del Real Monasterio de la Encarnación tras su marcha en diciembre de 2019 han regresado a Mula este martes después de un periplo que ha durado casi tres años. El ayuntamiento de Mula ha mostrado su satisfacción por el hecho de que las cerca de 70 objetos que forman parte del BIC de La Encarnación vuelvan a estar en la ciudad como legado histórico de todos los muleños.
Cuadros, esculturas, joyas y relicarios, entre otros muchos bienes de gran valor cultural y patrimonial, fueron llevados hasta Elche, al convento que la Orden de Santa Clara tiene en esta localidad incumpliendo la Ley de Patrimonio que determina que los objetos pertenecientes a un BIC deben permanecer en él sin autorización a salir de la Región de Murcia.
Algunos de los objetos recuperados, en el Monasterio de La Encarnación. J.L PIÑERO
A pesar de los continuos ofrecimientos del Ayuntamiento para que las piezas fueran custodiadas en un lugar seguro en Mula durante el tiempo que el convento ha permanecido cerrado e incluso a los requerimientos de la Dirección General de Patrimonio para que se devolvieran las piezas, finalmente la justicia determinaba sanción a la superiora de la Orden y la devolución de las piezas. El director general de Cultura, Pablo Braqueáis, estaba en el comité de recepción y cree que las monjas "actuaron de buena fé".
Durante todo este tiempo se ha realizado una trabajo coordinado entre los técnicos municipales y los técnicos de la Dirección General de Patrimonio para que las piezas regresaran al Convento. Ha costado mucho, según apuntaba el concejal de Cultura, Diego Boluda.
