Murcia es la segunda autonomía con mayor tasa de abandono escolar en 2021. Según la EPA, aquí existe un 17,3% de personas de entre 18 y 24 años que no terminaron FP y Bachillerato
MACU ALEMÁN / Cartagena
La pandemia está pasando factura a la enseñanza. Nuestra comunidad ha sido la segunda autonomía con mayor tasa de abandono escolar durante el año pasado. Según la Encuesta de Población Activa, en la Región existe un 17,3% de personas de entre 18 y 24 años que no completó durante 2021 el bachillerato o módulo de formación profesional que estaban realizando. Son cuatro puntos por encima de la media nacional pero un punto y medio menos que en el año anterior.
Murcia se escapa, de este modo de la tendencia del conjunto del país en el que el abandono temprano durante el año pasado alcanzó su cifra más baja desde que existen registros, con un 13,3% de personas de 18 a 24 años que no había completado la segunda etapa de Educación Secundaria.
La población murciana de 20 a 24 años que ha completado al menos la segunda etapa de la ESO es del 72%, la más baja del país junto con Andalucía y el problema afecta más a los hombres que a las mujeres. Detrás de las cifras están las causas: un cúmulo de factores que tienen que ver con el propio sistema educativo, el entorno de los alumnos y con los estudiantes: problemas de aprendizaje, discapacidad, inmadurez, acoso escolar, motivación o dificultades de concentración. La desigualdad social es clave pero no es lo único, según ha contado a Onda Regional Albert Sangrá, catedrático de Educación y profesor en la Universidad Abierta de Cataluña.
A pesar de las cifras, el catedrático se muestra optimista y recuerda que la tasa de abandono escolar en España se ha reducido en una década en trece puntos. Si se ahonda en el propio sistema educativo, Albert Sangrá apunta otro dato: la falta de consenso político y los continuos cambios en las leyes educativas.
Para resumir, el experto en Educación urge actuar en varios sentidos: considerar la escuela como un ecosistema donde todo está interrelacionado y desarrollar metodologías activas globales que no se limiten a tratar el conocimiento por materias. En tercer lugar, Sangrá advierte: hay que reducir las ratios de alumnos en las aulas.
