El geógrafo y catedrático de la Universidad de Alicante, Jorge Olcina, cree que las mejoras tecnológicas van a permitir que estas plantas terminen alimentándose de fuentes de energía solar
MACU ALEMÁN. Cartagena
El cambio climático obliga a una nueva planificación hidrológica nacional acorde con nuevos tiempos de sequía y fenómenos meteorológicos extremos. En el sureste español habrá que gestionar mejor la demanda y profundizar en la reutilización y la diversificación de las fuentes. Son reflexiones del geógrafo y catedrático de la Universidad de Alicante, Jorge Olcina, a propósito del Día Mundial del Agua que se celebra este martes.
Un uso racional, prudente y sensato del agua y, a partir de aquí, si faltan recursos buscar soluciones. Es lo que promueven las directivas europeas sobre el agua y en las que habrá que profundizar según este experto porque el cambio climático abre nuevos escenarios. Jorge Olcina cree que históricamente la gestión del agua en el sureste ha sido aceptable, lo mejor: se han diversificado las fuentes, aguas subterráneas, del Trasvase, agua desalada... pero el nivel de gasto alcanzado obliga a una nueva planificación.
El profesor de la Universidad de Alicante plantea entre otras soluciones mantener y mejorar las infraestructuras de abastecimiento actuales, incluido el trasvase, una reutilización de las aguas depuradas mucho mayor de la actual y subvenciones al agua desalada para el campo mientras no se implantan las energías renovables en las plantas desaladoras.
El experto advierte sobre las incertidumbres del trasvase. La reducción de lluvias en la cabecera del Tajo ya es una realidad.
