Este lunes se conmemora el Día Mundial contra esta enfermedad que cada año suma nuevos pacientes. Los expertos advierten de que una inversión adecuada podría mejorar la vida de muchas personas y ahorrar millones de euros
En 1991 se proclamó el 14 de noviembre como el Día Internacional contra la Diabetes, una enfermedad grave que afecta a millones de personas en todo el mundo. Existen dos tipos de esta patología. La diabetes tipo I se produce cuando nuestro páncreas no es capaz de producir insulina. En este caso debemos proporcionarle al cuerpo esta sustancia de manera artificial. Se suele detectar a edades precoces y sus señales son, según Ernesto Valdés, presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Diabetes, mucha sed y ganas de comer, además de pérdida de peso.
Cada año se diagnostica a unos 31.000 niños en Europa, pero estos apenas suponen el 10% del total de diabéticos. El resto padecen el tipo II. Este caso se produce cuando el páncreas genera insulina, pero ésta no actúa de la manera adecuada en el organismo. Suele aparecer en edades más avanzadas y está ligada a otras patologías como tener el azúcar o el colesterol alto. Su diagnóstico está relacionado con hábitos de vida poco saludables.
En España se invierten de media unos 3.000 euros por paciente, más o menos en la media, aunque muy alejado de los más de 5.000 euros que se invierten en Francia o los 7.000 que se destinan a cada paciente en Suecia. Desde las asociaciones contra la diabetes insisten en la necesidad de invertir para mejorar la vida de los pacientes y porque invertir en prevenir puede acabar ahorrando mucho dinero a las administraciones en gastos derivados como retinopatías diabéticas, nefropatías o pie diabético, que puede acabar en una amputación. Por ello las asociaciones demandan invertir de manera adecuada en educación o por ejemplo, en enfermeras en las escuelas que puedan tratar de manera precoz cualquier complicación que pueda surgir.
