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Detenido por atracar siete bancos de Alicante y Murcia a cara descubierta

Utilizaba en sus golpes el mismo revólver que Clint Eastwood en "Harry el sucio"

25 MAY 2017 - 00:00
Imagen de armas y dinero sustraídos al atracador
GUARDIA CIVIL

REDACCIÓN

Un hombre, de 58 años, ha sido detenido por presuntamente atracar a cara descubierta y con un revólver siete sucursales bancarias de las provincias de Alicante y Murcia durante los últimos cuatro años, golpes en los que sumó un botín de más de 350.000 euros.

El presunto atracador utilizaba en sus golpes el mismo revólver que Clint Eastwood en 'Harry el sucio'. El suboficial mayor de la Guardia Civil Miguel Maldonado, jefe de la investigación que ha conducido a la detención de este sujeto, ha explicado que el revólver es un 'Smith&Wesson 357 Magnun', que destaca por su largo cañón y su gran capacidad.

Pese a la aparatosidad de esta conocida arma de fuego, el atracador no llegó a disparar en ninguno de los siete golpes y simplemente se limitó a empuñarla e, incluso en alguna ocasión, únicamente a mostrarla a los empleados del banco sin llegar a sacarla completamente de su bolsillo.


El arrestado, que entre sus vecinos tenía apariencia de "bonachón" y que trabajaba de cara al público en una frutería, planificaba al detalle cada atraco y actuaba a cara descubierta, pese a lo cual ha sido muy complicada su identificación porque entre robo y robo usaba unas gafas graduadas de gran tamaño que cambiaban su apariencia.

La Guardia Civil de Alicante ha desarrollado la operación que ha permitido su arresto en la pequeña población alicantina de Hondón de los Frailes, donde se han recuperado 50.000 euros que había sustraído 48 horas antes en una oficina bancaria de la pedanía de La Murada, en el término de Orihuela, así como dos revólveres y tres cajas de munición.

Los golpes fueron efectuados en sucursales situadas en El Siscar y El Raal, en Murcia, y en varias localidades de Alicante. Una de las características que alarmaba a los empleados de banca que atracaba era su actitud, ya que se mostraba calmado y paciente con el revólver en mano hasta el punto de que se sentaba tranquilamente a esperar mientras se consumía el tiempo de apertura retardada que tienen las cajas fuertes.

Durante los largos periodos que permanecía "dormido" en su actividad delictiva, trabajaba de cara al público regentando una frutería, y nadie lo asociaba al atracador de bancos que llevaba en búsqueda y captura desde 2013, excepto su compañera sentimental, que conocía perfectamente su faceta oculta, y de quien los agentes creen que ayudaba a estudiar las sucursales.

Su 'modus operandi' era siempre el mismo: entraba en la sucursal y entablaba conversación con algún empleado, y durante un momento de la conversación sacaba el arma, con tranquilidad, y amenazaba al empleado apuntándole y exigiendo el dinero.

 

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