Su cadáver apareció el 17 de octubre de 2024 en un huerto de Lo Ferro, cerca de su casa. Un año después no hay detenidos ni pruebas del delito. La familia denuncia la lentitud de la investigación policial y judicial
Se cumple un año del asesinato de Said Laaraj en Lo Ferro, pedanía pachequera cercana a Roldán, sin que haya detenidos ni pruebas. La familia pide justicia. Said, tenía 29 años de edad. Llevaba más de 20 años residiendo en esta población donde su familia es muy conocida. Fue encontrado con graves heridas en la cabeza en un huerto a 50 metros de su casa, debajo de una higuera, sobre las 8 de la mañana del 17 de octubre de 2024.
Tanto las pruebas biológicas como la tarjeta SIM del teléfono de Said están en poder de la policía judicial. Malika, hermana del fallecido, denuncia la lentitud del proceso, no entiende cómo en un año no hay resultados de la investigación.
Según la familia la autopsia sugería que varias personas pudieron participar en el asesinato de Said. Su padre, El Hossine Laaraj, dice que su hijo era muy fuerte y una persona sola no podía con él.
El informe de criminalística, al que ha tenido acceso Onda Regional, dice que Said "fue encontrado con traumatismo facial y craneal grave con alta sospecha de muerte por homicidio y que no es posible determinar las caracteristicas de la superficie u objeto con o contra el que ha impactado".
El médico forense habla de "traumatismo craneoencefalico grave, donde se han producido multiples fracturas faciales y craneales con hemorragia cerebral y perdida de masa encefalica". Sigue diciendo en su informe que "las lesiones podrian haberse producido por un mecanismo contundente de alta energia… y podria considerarse que ha podido sufrir mas de un golpe".
Mientras se esclarece el caso, Hbika, la madre de Said, se pasa los días llorando a su hijo en su tumba de la localidad marroquí de Taourirt.
La hermana de Said nos ha pasado un texto elaborado por ella misma en el que resume como vivió y está viviendo todo lo ocurrido. Aquí tienen lo que ha escrito Malika Laaraj para Onda Regional:
La historia de Said Laaraj
Said Laaraj , nació el 7 de julio de 1995. Tenía 29 años al momento de su muerte. Vivía en Roldán, Murcia, en la casa de sus padres, junto a sus dos hermanas con las que compartía el día a día: una mayor y otra menor, de 27 años (Malika). Además, formaba parte de una gran familia con cuatro hermanas y cuatro hermanos más.
Said era un joven que, como muchos, tenía momentos de discusiones familiares. La tarde del miércoles 16 de octubre de 2024, discutió con su padre. No fue una pelea grave, sino una diferencia común, de esas que surgen en cualquier hogar. Sin embargo, aquella vez salió de casa molesto.
Esa misma noche, alrededor de las 10, sus hermanas intentaron llamarlo para que volviera, pero él no contestó. Aunque era habitual que, cuando se enfadaba, se marchara y regresara de madrugada, algo inquietaba a la familia. La preocupación se instaló en el ambiente.
A la mañana siguiente, jueves 17 de octubre de 2024, alrededor de las 9, mientras sus dos hermanas estaban en el salón, escucharon voces en la calle. Al asomarse, notaron un revuelo entre los vecinos. Una de ellas preguntó qué ocurría, y le respondieron que había alguien desmayado en un descampado frente a la casa. Ella, con un presentimiento , supo inmediatamente que se trataba de su hermano.
Corrieron hacia el lugar, y allí lo encontraron. El impacto fue devastador. Said estaba muerto, su cuerpo mostraba signos evidentes de violencia: golpes en la cara, en el cuello, la nariz rota, la mandíbula fracturada, la columna partida y, sobre todo, una brutal herida en la cabeza, provocada con un objeto contundente. El daño fue tan grave que las autoridades no permitieron a la familia ver el cuerpo, por el estado irreconocible en el que se encontraba.
La policía recogió el cadáver y lo trasladó. Las investigaciones apuntaron a que su muerte se produjo en la mañana del 17 de octubre, posiblemente alrededor de las 8, basándose en los testimonios de vecinos que aseguraron haberlo visto deambulando a las 6 y a las 7, mencionando que iba de camino a casa.
Lo que debía ser un proceso de duelo se complicó aún más. La familia solicitó trasladar el cuerpo a Marruecos, su país de origen, para enterrarlo según sus tradiciones. Sin embargo, la jueza del caso se negó inicialmente, insistiendo en que debía enterrarse en España. A pesar de que la autopsia ya se había realizado y no quedaban pruebas pendientes, el permiso fue negado durante dos largos meses. El cuerpo de Said permaneció en el depósito forense hasta enero de 2025, cuando finalmente, tras una dura batalla, la familia consiguió llevárselo para darle sepultura digna en Marruecos.
Hasta el día de hoy, la muerte de Said Laaraj sigue siendo un misterio. No existen pistas claras ni sospechosos identificados. Lo único cierto es que alguien, o varios, le arrebataron la vida de manera brutal, dejando una herida imborrable en su familia y en el pequeño pueblo donde todos se conocían.
Un año después del crimen, la familia de Said Laaraj pide justicia. Su madre Hbika lo llora en Taourirt (Marruecos). Su hermana Malika, en la barriada de Lo Ferro, en Roldán (Torre Pacheco), donde fue encontrado muerto a los 29 años. Más información este sábado en @ORMurcia pic.twitter.com/pLjR1sXrep
— Paulino Ros (@paulinoross) October 17, 2025
