El diestro murciano tiene dos fracturas vertebrales y varias costales que, en principio, no tendrán consecuencias para el torero
REDACCIÓN | EFE
Rafaelillo continúa sedado y en la UCI del Complejo Hospitalario de Navarra tras la violenta cogida que sufrió ayer por parte del cuarto toro de la corrida de los Sanfermines. Las pruebas realizadas en las últimas horas, han desvelado dos fracturas vertebrales, que en principio, no tendrán consecuencias para el torero. Y se confirman varias fracturas costales en los dos lados. Se mantiene el pronóstico grave, pero se respira mayor tranquilidad y optimismo en el entorno del torero.
El torero murciano fue atendido en la enfermería de la plaza de "una cornada envainada en el hemitórax izquierdo y múltiples fracturas costales", un percance valorado por los médicos como "grave". Rafaelillo, que este martes cumple 40 años, también presenta un enfisema (entrada de aire) subcutáneo, hemotórax (presencia de sangre en la cavidad pleural) e inestabilidad hemodinámica, según recoge el parte médico oficial.
En la enfermería se procedió a realizarle una "toracotomía exploradora, realizándose reparación de estructuras lesionadas y hemostasia (técnica para cortar la hemorragia), además de colocarle un tubo de tórax.
El percance de Rafaelillo sobrevino cuando el murciano abría faena de rodillas al cuarto toro, de la ganadería de Miura, el toro menos aparatoso de la corrida pero, en cambio, en más peligroso y violento de los seis. El animal se fue directo a por el torero, lanzándole por los aires y estrellándole violentamente contra las tablas, donde aun le zarandeó de forma espeluznante.
En este vídeo del portal "Mundo Toro" puede verse uno de los momentos de la cogida
