A la tercera ola de pandemia se suma la ola de la salud mental
REDACCIÓN. Murcia
La práctica habitual estos meses de conectar mediante videollamada a los pacientes de COVID hospitalizados con sus familiares surgió en realidad de la iniciativa particular de una joven enfermera madrileña. Esther Gómez, consiguió extender a la administración sanitaria de todo el país su gesto solidario y voluntario.
Gómez, conocida en las redes sociales como "@mienfermerafavorita" decidió por su cuenta a finales de marzo utilizar su teléfono en el hospital donde trabajaba para poner en comunicación a enfermos que se encontraban aislados de sus familias, imposibilitadas de visitarlos por las medidas de contención del contagio.
La idea caló en las redes sociales hasta el punto de que una firma de telefonía facilitó varios cientos de tablets que hicieron posible, ya en todo el país, establecer hasta 9.000 comunicaciones diarias en los momentos álgidos de la pandemia, como ahora. Esther Gómez habla del agradecimiento de las familias incluso cuando se trataba de llamadas de despedida de pacientes que iba a ser sedados y que luego fallecieron.
También llama la atención sobre la presión emocional que vivimos todos, en particular los profesionales sanitarios sin posibilidad de recuperarse prácticamente desde que todo comenzara en marzo del pasado año.
