Alfredo Corell: "El grado de fortaleza inmune no está relacionado con la reacción que puedan provocar las vacunas"
JOAQUÍN AZPARREN. Murcia
La alta infectividad de la variante Delta y el hecho de que la vacunación no impida la transmisión del coronavirus hacen que el objetivo de alcanzar la inmunidad de grupo se deslice hasta el 90 por ciento de la población. Es una de las reflexiones del inmunólogo y divulgador científico, Alfredo Corell. También desmonta la creencia de quea cuanta mayor reacción a la vacuna mayor fortaleza del sistema inmunitario. No es cierto. Las molestias mayores o menores obedecen a multitud de factores presentes en cada persona, fuera de algún hecho objetivo como el sexo o la edad sin que ello sea signo de generar más o menos anticuerpos.
Corell, enfermo estos días de coronavirus, sospecha que se contagió en una reunión mantenida en exteriores con una persona previamente infectada. Gracias a estar vacunado, el cuadro sintomático que presenta es muy leve hasta confundirlo inicialmente con un catarro.
El inmunólogo es partidario de una labor pedagógica entre la población para respetar el uso de la mascarilla o la distancia interpersonal antes que generalizar medidas resctrictivas. Son las dos soluciones para controlar la expansión de la pandemia en estos momentos donde el origen se focaliza en reuniones estáticas sin prevención.
