Casi 5.000 ciudadanos ucranianos disponen de resoluciones de protección temporal en la Región de Murcia
Un mínimo porcentaje de los refugiados ucranianos llegados a la Región de Murcia ha conseguido un empleo estable pero, además del hándicap del idioma, las expectativas de la mayoría eran de una estancia corta, y de que un conflicto breve les permitiese volver pronto a sus casas. Ahora tratan de adaptarse a la incertidumbre que provoca una guerra larga, que está a punto de cumplir un año.
Y lo hacen acompañados por organizaciones como CEPAIM, que trabaja con ellos desde el minuto para su ubicación física, con la búsqueda de vivienda y otros obstáculos que tienen que salvar, entre ellos, el idioma. Este es el que además supone una dificultad para insertarse en el mercado laboral. Hasta ahora se han formalizado 17 contratos, un porcentaje bajo pero comprensible según ha explicado en el informativo matinal de Onda Regional Pablo López, coordinador autonómico de CEPAIM.
Tras la primera ola de solidaridad se ha producido un lógico decaimiento en la implicación social con los refugiados. Pasa siempre, apunta López, quien detecta también "cierto desánimo" entre los que siguen entre nosotros. Ahora trabajan en una modificación de las expectativas.
Y en ese proceso es muy importante la formación porque si en un primer momento los refugiados eran quienes se podían permitir la escapada por disponer de más recursos y más estudios, la tendencia se invirtió.
