Hostetur aplaude la medida de regularizar los pisos turísticos, aunque llega tarde
El verano de 2025 ha sido muy bueno en la costa murciana. Así lo asegura José Catalá, presidente de Hostetur, la patronal de alojamientos turísticos de la Costa Cálida. Se trata de un industria, la del turismo, plenamente consolidada en la Región y uno de los principales motores económicos. "Es un momento muy bueno y la industria turística ya está consolidada en la Región como una de las industrias artífices de nuestra economía, y a nivel nacional se da la misma situación", asegura Catalá.
Catalá aplaude las medidas tomadas desde el Gobierno central en lo que respecta a la regularización de los pisos turísticos. A juicio del presidente de Hostetur, es una normativa que llega tarde porque, asegura, el fenómeno ha pasado por encima de las administraciones como un tsunami. "Llegamos tarde, pero bienvenido sea, yo creo que es una medida importante. Hay que regular la oferta y, sobre todo, cuando es una oferta competitiva", afirma Catalá.
La asociación de propietarios de vivienda turística en la Región de Murcia, ALOJA, considera demasiados los 1.400 pisos ilegales cifrados por el Ministerio
La asociación ALOJA , que representa a 2600 propietarios de vivienda turística en la Región de Murcia, reconoce el elevado nivel de intrusismo en el sector pero considera demasiados los 1.400 pisos ilegales cifrados por el Ministerio.
La cartera de vivienda notificaba a las plataformas de alquiler que deben retirar los anuncios online de estos establecimientos por incumplir los requisitos legales para obtener su número de registro. Según datos del Ministerio, se ha revocado un tercio de las 3.500 solicitudes presentadas en la Región de Murcia.
El presidente de ALOJA, Gregorio Morales, reconoce que es complicado calcular cuántas viviendas ilegales hay en la región y valora las inspecciones del Instituto de Turismo de la Región de Murcia para mantener a raya el instrusismo
El sector se queja de la presión del Ministerio, que les culpa, según Morales, de la escasez de vivienda para alquilar o comprar cuando los pisos turísticos apenas representan un 3 por ciento del parque inmobiliario.
