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La fundación ANAR ayuda a 10.000 menores con conductas suicidas en 10 años

12:08
27 FEB 2023 - 11:36
La directora de las Líneas de Ayuda de la fundación aseguraba en Onda Regional que es necesario informar sobre los casos de suicidio destacando el papel de los medios de comunicación atendiendo a ciertas normas.

La salud mental de niños y adolescentes constituye una preocupación cada vez mayor en la sociedad y también entre los poderes públicos que afrontan las consecuencias de la pandemia con menos recursos de los necesarios según los expertos. Más de 10.000 menores han recibido ayuda en la fundación ANAR tras expresar conductas suicidas, ya sea de ideación o intento.

Diana Díaz, la directora de las Líneas de Ayuda ANAR, aseguraba esta mañana en Onda Regional que es necesario informar sobre los casos de suicidio destacando el papel de los medios de comunicación a los que pide que se cumplan ciertos códigos que impidan el efecto imitación.

Diez mil son los casos de esta naturaleza a los que ANAR ha asistido en los últimos años. Los hechos no son nuevos pero el aumento de cifras en los útimos años es especialmente alarmante. Un repunte del que -analizadas las cifras- se concluye que quienes llegan a esa situación, no están recibiendo tratamiento alguno.

A eso se añade el problema de la sobrecarga de los servicios de salud mental con unas listas de espera que no favorecen la atención precisa, una vez advertida la situación.

La Fundación ANAR quiere sumarse a las siguientes recomendaciones a la hora de informar para evitar el 'efecto contagio':

-Evitar emplear calificativos que lo hagan deseable y atrayente como “rápido”, “sencillo” o “indoloro”.

-No asociarlo a actos de heroicidad, glorificación, romanticismo o valentía, que lo justifiquen o normalicen.

-No utilizar titulares excesivamente alarmistas.

-No describir explícitamente el lugar, el método usado y cómo lo obtuvo la víctima, ni otros detalles de la muerte que puedan resultar ofensivos para  ellos/as, sus familiares y entorno social. Mucho menos si pueden contribuir a su imitación. La referencia a ciertos escenarios asociados con el suicidio aumenta el riesgo de que se recurra a ellos.

-Evitar dar una visión simplista, ni basada en la especulación, como por ejemplo “se suicida por acoso”. El suicidio es un fenómeno multifactorial que nunca se puede atribuir a una sola causa. 

-En lugar de centrarse en casos aislados, ofrecer estadísticas y datos objetivos, de fuentes confiables, contextualizando el problema social, y contando con expertos/as en conducta suicida que aporten el contexto con una visión más centrada en la problemática y no en el caso concreto.

-No utilizar fotografías del entorno en el que se ha producido el suicidio, ni que reproduzcan la nota de suicidio, o de los bancos de imágenes que muestren métodos de suicidio. 

-Extremar la precaución cuando el suicidio es de una persona famosa o provoca especial alarma social por su edad, el método elegido o la situación en la que se gestó.

-Referirse a la muerte por suicidio como un hecho, no como un logro o forma de afrontamiento. Y a las personas afectadas como personas con conducta suicida y no etiquetarlas sustantivando su condición (“un/a suicida”).

-Evitar los estereotipos de género, étnicos, de condición sexual, cultural o socioeconómica de las personas.

-Enfocar la información desde una perspectiva positiva, de recuperación, como un problema que se puede superar. Puede resultar muy útil contar con testimonios de personas que lo hayan superado. 

-Informar sobre factores de riesgo o protección y señales de alarma puede contribuir a prevenir el suicidio.

-Tener siempre en cuenta el impacto sobre las familias y otros sobrevivientes en términos del estigma y el sufrimiento psicológico.

-Como recoge la OMS, describir las consecuencias físicas de intentos de suicidio (daño cerebral, parálisis, etc.) puede actuar como elemento de disuasión.

-Por último, acompañar la noticia de información sobre recursos de ayuda, como las Líneas de Ayuda ANAR, y sobre la necesidad de pedir ayuda, enfatizando que las personas que sufren no están solas. 

Las Líneas de Ayuda ANAR están operativas las 24 horas del día todos los días del año, son confidenciales y gratuitas y, en ellas, niñas, niños y adolescentes encuentran un espacio seguro y confidencial en el que se sienten escuchados/as y respetados/as, y donde pueden expresar libremente aquello que les ocurre para encontrar solución a sus problemas.

Teléfono ANAR de Ayuda a niños, niñas y adolescentes:  900 20 20 10 

Chat ANAR:  chat.ANAR.org

Teléfono ANAR de la Familia y los Centros Escolares: 600 50 51 52

 

 


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