Las enfermedad cardiovascular es la primera causa de mortalidad y la que afecta más a la calidad de vida de los pacientes
JOAQUÍN AZPARREN.Murcia
La pandemia ha provocado un aumento signficativo de miocarditis, una inflamación de corazón provocada por la infección del órgano o por la respuesta inmune ante el contagio por coronavirus. Así lo afirma Borja Ibañez, director científico del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares.
En el Día Mundial del Corazón, llama la atención sobre esta particularidad de un patógeno asociado más a los daños pulmonares pero que también ataca a otros órganos. El doctor Ibañez lidera un proyecto de investigación, en fase de experimentación clínica, en los cuadros respiratorios más graves que provoca la COVID y los que se aplica un medicamento inyectable utilizado para combatir los efectos del infarto agudo o las taquicardias.
Se llama Metropolol, cuesta apenas dos euros y lleva en el mercado más de 30 años. Inhibe unas células llamadas neutrófilos que, en el caso del coronavirus, provocan una reacción inmunitaria desmedida contra la infección. Los resultados son esperanzadores. El cardiólogo recuerda que las dolencias cardiovasculares son la primera causa de mortalidad en España, la que más gasto genera a la Sanidad publica y la que más disminuye la calidad de vida de los pacientes. En cuanto a la necesidad de mantener la salud cardíaca a lo largo de nuestra vida, Borja Ibañez destaca que los factores de riesgo deben controlarse desde edades tempranas