La Virgen de la Arrixaca (2)
T01C059
Estilísticamente podemos ubicar a la imagen de la Virgen de la Arrixaca en la transición del Románico al Gótico. Desde el punto de vista tipológico, la incluimos en el grupo de imágenes sedentes, generalmente vírgenes, con su hijo en el regazo, sirviendo aquellas de trono de la Divinidad. Aunque las facciones de la Virgen de la Arrixaca parecen dulcificadas respecto a otras de la misma tipología y época, no representa en su expresión a una madre con su hijo, sino al trono del Niño.
No hay comunicación entre ambos personajes, pues se muestran frontalmente. No hay intención de transmitir la idea de relación madre-hijo, como sucederá en estilos artísticos posteriores, sino la de ejemplificar cómo ha de ser la mujer de la época a la luz de la figura de la Virgen, de la Nueva Eva que sostiene una manzana roja en su mano derecha y que redime a la humanidad del pecado original.