La presidenta de la Asociación de Orientadores de la región, Loli Sánchez, dice que sería necesario un plan de intervención de la Comunidad con recursos que prestaran una ayuda que sigue sin llegar a lolas aulas
Los problemas de salud mental entre niños y adolescentes son un problema creciente en las aulas de los colegios e institutos de la región según la presidenta de la Asociación de Orientadores de la región, Loli Sánchez, que habla de un "desbordamiento" de casos que exigirían un plan de intervención de la Comunidad Autónoma con recursos que prestaran una ayuda que, por ahora, sigue sin llegar a los centros.
La presidenta de los Orientadores Educativos dice que muchos esperaban que el pico de casos que se registró en los meses que siguieron al fin del confinamiento hubiera ido suavizándose con el transcurso del tiempo. Pero la experiencia demuestra que se equivocaban: los problemas de salud mental siguen en aumento y los orientadores reconocen estar completamente desbordados.
La situación exige medidas rápidas y efectivas. Una de ellas, dice Loli Sánchez, pasaría por reducir la ratio de alumnos por aula en todos los centros educativos y rebajar la carga de horas que los profesores tienen que dedicar a la docencia, porque necesitan más tiempo para poder prestar una atención individualizada a cada niño con problemas. Eso, añade Sánchez, sin mencionar el número de orientadores, que ahora mismo atienden a cuatro veces más alumnos de los que deberían.
La respuesta de la Comunidad Autónoma no invita al optimismo: es cierto que se han generado algunos recursos que pueden resultar útiles, como la guía de prevención del suicidio. Pero la ayuda real no llega a las aulas y la consejería de Educación ya les ha dejado muy claro que no entra en sus planes contratar a más orientadores.
